Javier tenía 20 años y era venezolano. Su cuerpo permanece en Medicina Legal a la espera de que sus familiares lo reclamen.
Luego de luchar varios días por su vida, Javier Quezada no pudo más y perdió la batalla. Lo habían herido en una riña en Morrorrico, Bucaramanga.
Su estado siempre fue crítico por las dos puñaladas que sufrió el martes en la tarde.
Ese día se enfrentó con un vecino quien, dicen las autoridades, le propinó una puñalada que le atravesó el abdomen y otra en el pecho que alcanzó a ‘tocarle’ el corazón.
Malherido, fue trasladado en una moto hasta el Hospital Universitario de Santander, HUS, de Bucaramanga donde de inmediato lo sometieron a cirugía. Lo hecho por los galenos no bastó.
Permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde esperaban que evolucionara, pero no fue así. Empeoró y falleció ayer en la madrugada.
Javier tenía 20 años y era venezolano. Su cuerpo permanece en Medicina Legal a la espera de que sus familiares lo reclamen.