Una noche amarga y una eternidad de tristezas, ausencia y soledad, tendrá la familia de un menor de edad asesinado en los alrededores de la cancha del barrio Díaz, en Puerto Wilches, Santander, el jueves por la noche.
Hacia las 10:00 p.m. los estallidos evidentes de un arma de fuego segaban la vida de un adolescente de apenas 16 años, a quien sus verdugos le tendrían hecho el seguimiento, incluso, de su posible ruta de evasión a la muerte.
Después de los tiros, el silencio ‘cómplice’ que acalló la huida de los criminales, les permitió a los habitantes asomarse para verificar lo ocurrido.
Tirado en la polvorienta vía, gimiendo, quizá lanzando su último aliento, el cuerpo famélico de un jovencito se estremecía salpicado de su propia sangre. Decenas de personas lo rodearon en la oscuridad.
Aunque trataron de socorrerlo ya era tarde, había fallecido.
Muchos aseguraron que el ataque fue perpetrado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta.
Al parecer, ya sabían el camino que durante esa noche el joven tomaría, pues le llegaron disparando, asegurándose de que no fallarían al ‘trabajo’ encomendado.
Los impactos fueron letales: en la cabeza y el pecho.
“Él se encontraba en la parte de atrás de la unidad deportiva de sóftbol del barrio, hasta ahí llegaron los tipos y le dispararon como unas cinco veces sin decirle prácticamente nada.
“Es triste que una persona tan joven haya perdido la vida así, pedimos que investiguen y que aclaren esto, porque se genera mucho temor en la población”, indicó un habitante de Puerto Wilches.
Un capturado
Minutos más tarde, la Policía logró la captura de un hombre de 28 años.
El sujeto, quien se movilizaba en una motocicleta, habría sido señalado como uno de los responsables del crimen.
Las autoridades investigan las causas de este asesinato con el que se suman dos en lo que va de enero.
