La alegre tradición de ir a pasear a ríos o quebradas en un plan familiar, de amigos o hasta de enamorados, se convirtió en una ‘pesadilla’ sin regreso para Liseth Camila Solano, en Santander.
La joven socorrana, de 19 años, salió desde su tierra natal en compañía de su novio, durante la tarde del lunes, con rumbo a la vereda El Salto del municipio de Simacota.
Tenían la ilusión de darse un chapuzón en un lugar conocido como La Chorrera, habitualmente visitado por los turistas durante los fines de semana.
Sin embargo, hacia las 3:30 p.m., ella dio el último de sus saltos.
Tras lanzarse al agua, cerca de la pequeña cascada que hay en el pozo natural, no volvió a la superficie.
Su acompañante no habría podido si quiera verla chapotear en busca de ayuda, por lo que acudió a las autoridades para informar la situación.
Para las 4:00 de la tarde, el afluente había sido rodeado por familiares de Liseth Camila, por miembros de la Defensa Civil, de la Policía Nacional, y de residentes de la vereda, quienes intentaban dar con su paradero.
Pero la búsqueda fue infructuosa. Pasó el tiempo y con la llegada de la oscuridad aumentó la fuerza de la corriente, que dificultaba las labores.
Además comenzó a llover y todo parecía indicar que ese día no habría respuestas, pues sin las condiciones para continuar el operativo, las autoridades informaron que se suspendía la búsqueda, a las 7:00 de la noche.
No obstante, 45 minutos más tarde, en un último esfuerzo a pesar de las inclemencias del clima, los rescatistas encontraron el cuerpo de la joven, ya sin signos vitales.
Hasta donde se ha podido establecer, Liseth Camila habría sido víctima de un remolino que la succionó hasta ahogarla.
