José Humberto Ramírez Contreras, de 28 años de edad, permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la Clínica Bucaramanga. Allí, desde hace nueve días, se debate entre la vida y la muerte.
Este hombre, agricultor de oficio, arribó a la capital santandereana en busca de atención médica especializada luego de que, en medio de un hecho de intolerancia, un vecino le propinó un tiro en la cabeza.
De acuerdo con el relato de los familiares de la víctima, el caso se registró sobre las 3:30 p.m. del pasado 1 de octubre, en San Pablo, sur de Bolívar, cuando Ramírez Contreras le hizo un reclamo a un reconocido comerciante de pollos del municipio (su vecino) por una filtración de agua que se estaba presentando en su inmueble.
“Todo es por una filtración de agua, que le ha ocasionado daños en un baño. Ese día, mi hermano (José Humberto) llegó de la finca fue y reclamó por la afectación, pero el señor le dijo que no le importaba y le respondió de forma grosera. Ahí se agarraron a pelear a puños”, relató Claudia Ramírez, hermana del herido.
Tras la confrontación, el hombre de 28 años decidió marcharse del lugar hacia el barrio La Libertad, no sin antes, según sus parientes, haber sido amenazado de muerte por el vecino, quien fue identificado como Jorge Eliécer Mendoza, de 40 años.
“Jorge se fue para la casa, sacó un revólver, convidó a sus trabajadores y salió a buscar a mi hermano. En una calle se lo encontró y con su camioneta lo embistió, luego se bajó y lo atacó”, agregó la familiar.
Pese a que Ramírez Contreras llevaba un cuchillo para defenderse, nada pudo hacer. Su oponente, al parecer cegado por la rabia, jaló el gatillo y le disparó en cercanías a la mandíbula.
Ocurrida la agresión, José Humberto fue trasladado al hospital de la localidad y de allí, luego de un viaje de cerca de tres horas por río y tierra, fue remitido a la Clínica Bucaramanga. Desde entonces, permanece en delicado estado de salud.
“El proyectil entró, le partió la arteria carótida y se le incrustó en la parte detrás del cráneo. Los médicos dicen que sacar la bala es un peligro. Mi hermano tiene muerte cerebral de un 30%, no habla, no se mueve... Estamos a la espera de que Dios permita que salga de esto”, informó Claudia.
José Humberto ha sido sometido a tres delicadas intervenciones quirúrgicas. Sus allegados señalaron que solo queda esperar que evolucione.
¿Y el agresor?
Según conoció esta redacción, el señalado victimario, oriundo de Barrancabermeja, Santander, se entregó a las autoridades posteriormente sucedió el hecho.
Jorge Eliécer fue presentado en audiencia, en donde un juez le dictó medida de aseguramiento de carácter domiciliaria.
“Un comerciante no debe actuar así. Mi hermano tiene que velar por su hija de 8 años, ella lo llora y lo extraña. Esperamos haya justicia”, concluyó Claudia Ramírez.
