Los dos empresarios fueron dejados en libertad el viernes a las 7:00 de la noche en zona rural del municipio de San Alberto. Ayer, las víctimas se reencontraron con sus familias.
Gracias a la presión de las tropas del Ejército de la Quinta Brigada y del Gaula de la Policía, recobraron su libertad el ingeniero civil Jorge Daniel Aragón Russo, de 48 años y el arquitecto Edgardo José Gómez Posada, de 56 años, quienes permanecían secuestrados desde el pasado martes 6 de diciembre, en el sur del Cesar.
La liberación de los empresarios de la construcción, oriundos de la ciudad de Santa Marta, se produjo el pasado viernes a las 7:00 de la noche, en jurisdicción de la vereda Monserrate, en San Alberto, Cesar.
De acuerdo con el primer reporte de las autoridades, los dos hombres se encuentran en buenas condiciones, y fueron dejados en libertad por orden del jefe de la banda delincuencial que los secuestró, ante la presión que por tierra y aire ejercieron el Ejército y la Policía.
Unas vez los dos hombres fueron ubicados, los trasladaron al comando de la Policía de Aguachia, Cesar, donde se reencontraron con sus familiares, con quienes regresaron a Santa Marta, donde están radicados.
La investigación
Según las autoridades, el doble secuestro habría sido planeado desde la Cárcel de Alta Seguridad de Cómbita, Boyacá, por un grupo de reclusos que integran una banda delincuencial dedicada a la extorsión.
Los primeros indicios con los que cuentan los investigadores, hacen referencia a que las víctimas habrían sido contactadas por integrantes de la banda delincuencial, que mediante engaños los citó al municipio de San Alberto para que cotizaran el trabajo de remodelación de unas viviendas.
Ignorando que se trataba de una trampa para secuestrarlos, el ingeniero y el arquitecto salieron desde Santa Marta hacia San Alberto, donde fueron interceptados por cinco hombres armados que luego de quitarles los celulares, los obligaron a subirse en otra camioneta.
Esa misma noche, el martes, el Gaula de la Policía y el Ejército encontraron abandonada la camioneta Toyota Hilux, de matrícula BOM-403, en una vía terciaria, en la vereda La Carolina.
Para evitar que los delincuentes salieran del área, el Ejército y la Policía establecieron un perímetro que cercaron con tropas y helicópteros, mientras otros uniformados les seguían el rastro.
Mientras los investigadores continuaban con el operativo, los secuestradores se comunicaron con los familiares de las víctimas, y les exigieron el pago de $250 millones a cambio de regresarlos con vida.
Las llamadas fueron interceptadas por el Gaula, y con el fin de establecer coordenadas exactas, para orientar la búsqueda.
En libertad
Con el paso de las horas, el Gaula tenía cada vez más estrecho el cerco, por lo que los delincuentes optaron por liberar a las dos víctimas, y así poder huir del sector para evitar ser capturados.
“Se trata de una banda de delincuencia común. Vamos a continuar con la investigación, con el fin de capturar esta estructura criminal”, explicó el brigadier general Helder Fernán Giraldo Bonilla, comandante de la Quinta Brigada del Ejército, con sede en Bucaramanga.