“Yo estaba esperando que me capturaran”: joven asesino de empresario santandereano
Víctor Abraham Rodríguez Useche, oriundo de Maracay, Venezuela, fue enviado ayer a la Cárcel Modelo de Bucaramanga.
En esta vivienda, donde además funcionaba una empresa de paneles solares y energías renovables, fue asesinado Josué Estupiñán.
Las cámaras de seguridad de varios establecimientos y edificios del barrio Cabecera del Llano, en Bucaramanga, fueron la clave para lograr la identificación de la persona que el pasado 6 de abril asesinó al empresario santandereano Josué Estupiñán Peña, de 60 años.
Se trata de Víctor Abraham Rodríguez Useche, de nacionalidad venezolana, quien fue capturado por funcionarios de la Unidad de Homicidios de la Sijín, a las 9:12 p.m. del pasado jueves, en la esquina de la calle 48 con carrera 35, en el sector de ‘Cuadra Play’, en la capital santandereana.
“Yo estaba esperando que me capturaran, sé de los delitos que cometí”, fueron las palabras que este joven, de 22 años, le dijo a los investigadores, pese a que estos le pidieron que guardara silencio.
El hallazgo del cuerpo
Este crimen, el cual se esclareció por completo en 40 días, quedó al descubierto sobre las 2:00 p.m. del pasado domingo 7 de abril, en momentos en que un sobrino de la víctima llegó hasta una exclusiva vivienda de la carrera 38 con calle 46 del barrio antes mencionado, en donde Estupiñán Peña residía y tenía su empresa de paneles solares.
Una vez adentro, el familiar encontró todo el primer piso de la residencia revolcado, nada estaba en su sitio y faltaban varios elementos.
Al subir a la segunda planta de la edificación se acercó a la habitación de su tío y enseguida halló el cadáver. El cuerpo en descomposición yacía semidesnudo, atado con cordones a un lado de la cama y con sangre seca en la boca. El asesinato fue reportado de inmediato a la Policía.
Mientras que las unidades de la Sijín practicaban la diligencia del levantamiento, los allegados a la víctima hicieron el inventario de los objetos que habían sido hurtados.
Faltaban tres televisores de última tecnología, tres computadores portátiles, un teatro en casa, el DVR de las cámaras de video, un celular, una hidrolavadora, un minibar, entre otras cosas.
A esto se suma que la camioneta de la víctima, una mazda CX-5 (de placas UDW-032 y avaluada en $60 millones), tampoco estaba en el parqueadero.
La investigación
Desde ese mismo día uniformados de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía Primera de la Unidad de Vida, se dieron a la tarea de esclarecer este caso.
Sobre las 8:30 p.m. del 7 de abril, se logró dar con la primera evidencia al encontrar en el barrio Puerto Madero, en Piedecuesta, abandonada la camioneta que había sido reportada como hurtada.
Varias cámaras de seguridad de la zona registraron el momento en el que Rodríguez Useche llegó al lugar y descendió del vehículo.
Los investigadores se trasladaron al sector de Cabecera del Llano para recopilar las cintas de video de las horas previas a la muerte del empresario santandereano.
Con ayuda de las imágenes y declaraciones de testigos, se logró establecer que los dos hombres estuvieron departiendo en un bar de ‘Cuadra Play’ el jueves 4 de abril, hasta altas horas de la madrugada.
El viernes 5 de abril, sobre las 8:50 p.m., víctima y victimario fueron vistos en un billar aledaño a la residencia del empresario.
Tras salir de este lugar, según el relato de la Fiscalía, pasaron a una licorera y de allí enseguida a la residencia de Josué Estupiñán, esto ya en horas de la madrugada del sábado 6 de abril.
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, seccional Bucaramanga, estableció que el empresario murió por asfixia (fue estrangulado) y su deceso se produjo en horas de la mañana del sábado 6 de abril.
La Fiscalía reveló que el occiso tenía grado tres de alcohol en la sangre y se encontraba en situación de vulnerabilidad al momento del ataque.
A prisión
Hacia las 3:00 p.m. de ayer, Víctor Abraham, quien se gana la vida como vendedor ambulante, fue presentado en audiencias en el Centro de Servicios Judiciales de Bucaramanga.
Durante la diligencia, el ente acusador reveló que el móvil del asesinato está asociado al hurto de los elementos antes citados. Se descarta la participación de algún cómplice.
Ante el amplio material probatorio que fue presentado por las autoridades, el procesado decidió allanarse a los cargos de homicidio agravado y hurto calificado y agravado que le fueron imputados. Al término de la judicialización, un juez le dictó medida de aseguramiento intramural.