Una iniciativa que pretendía llevar a las regiones del departamento un mensaje de preservación de las aves, a través del arte.
Durante tres meses, cerca de 80 niños, jóvenes, adolescentes y adultos de tres veredas del departamento, se capacitaron y trabajaron para llevar a cabo el Festival Avecita Santandereana. Una iniciativa que pretendía llevar a las regiones del departamento un mensaje de preservación de las aves, a través del arte.
Al final del proyecto, el trabajo de los niños y mujeres artesanas quedó exaltado en una jornada llena de música, arte y talento. Hubo bisutería (aretes, prendedores y pulseras), árboles de Navidad, bolitas navideñas pintadas y bordadas, cajas convertidas en nidos y exposición fotográfica. En todos los productos las aves fueron protagonistas. Fueron elaborados con el fin de dar a conocer las especies endémicas de Santander.
¡Aquí te contamos cómo se vivió!
¿Cómo nació la iniciativa?
“Nuestra Corporación Concultura gesta proyectos de inversión social, principalmente en las áreas de la cultura y el medio ambiente. Es así como desde hace un tiempo hemos querido articular artes y aves. Así es como nace nuestra propuesta llamada Avecita Santandereana, que fue ganadora dentro el marco del proyecto Implementación del programa departamental de concertación, de la Gobernación de Santander, en donde integramos aves y cultura”, explicó Claudia León Ortega, representante legal de la Reserva Natural Manantial de la Aurora y líder de la iniciativa.
Las veredas de Santander
El Cerro de la Aurora es el lugar donde también se desarrolla uno de los proyectos medioambientales. “Es en la Reserva Natural Manantial de la Aurora en donde trabajamos para la conservación de los ecosistemas y especialmente de las aves, ya que contamos con un inventario de 291 especies”, comentó la representante legal de la reserva natural. Las otras dos veredas, San Nicolás y San Gabriel, fueron escogidas para el proyecto porque además de pertenecer al municipio Lebrija, “le vienen apostando fuertemente al turismo de naturaleza y cultural, cuentan con trabajos muy bonitos con artesanas de la región. Y lo más importante cuentan con unos potenciales grandísimos en aves”, agregó Claudia León.
¿Cómo se vivió la experiencia?
Mujeres artesanas de las veredas lideraron las jornadas de creación de artesanías. Fueron tres talleres por comunidad, además de las dos exposiciones que se hicieron en Lebrija y en el Cerro de la Aurora. “Cada tallerista entregó el material y enseñó a su grupo. Iniciamos cada taller con una charla sobre las aves de la región y la importancia dentro de los ecosistemas y pautas para cuidarlas”, precisó Claudia León Ortega.
Adicional a esto, cada artesanía representó para los participantes un primer paso hacía el camino del emprendimiento. “Es una forma de capacitarse para mejorar la economía familiar, ya que se articula perfectamente con la actividad del aviturismo que allí se lleva a cabo. Y son productos que les fascinan a los turistas, especialmente a los extranjeros que apoyan estas labores artesanas y más si son de la misma comunidad”, explicó.
