El 21 de septiembre es un día en el que se celebra la llegada de la primavera en el hemisferio sur y el otoño en el hemisferio norte. En algunos lugares del mundo, es común regalar flores amarillas en este día. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué significan realmente estas flores? Aquí te contamos la historia y el simbolismo detrás de este gesto.
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El amarillo es un color asociado con la luz del sol, la felicidad, la energía y, en ciertas culturas, la suerte y la prosperidad. En el contexto del Día Internacional de la Paz, las flores amarillas se regalan como un acto simbólico que representa no sólo la paz, sino también la esperanza de un mundo mejor y más justo. Es un recordatorio de que la paz comienza en la unidad y en la capacidad de los seres humanos para ofrecer amor y comprensión mutua.
En Colombia, este tipo de celebraciones varían según la región y la comunidad. Sin embargo, el regalo de flores, y específicamente de flores amarillas, ha ganado terreno como una forma de expresar unidad y deseo de paz, especialmente en un país que ha enfrentado periodos prolongados de conflicto interno.
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En general, es una tradición que está en consonancia con las diversas formas de celebrar este día en otras partes del mundo, desde marchas y discursos hasta actividades comunitarias y educativas que promueven la paz y la tolerancia.
Aunque el 21 de septiembre es una fecha significativa a nivel internacional, la tradición de regalar flores amarillas no es exclusiva de este día ni se limita a un país o región específica. En la cultura asiática, por ejemplo, el amarillo también es un color asociado con la buena fortuna y la sabiduría, y regalar flores amarillas puede tener diferentes interpretaciones basadas en el contexto cultural.
El acto de regalar flores en el 21 de septiembre es una tradición que ha ido evolucionando con el tiempo y que puede variar según la cultura y la región. En general, el gesto de regalar flores simboliza la renovación, el amor y la apreciación.
En Argentina, por ejemplo, es común regalar flores amarillas para celebrar el Día del Estudiante y la llegada de la primavera. En China, las flores amarillas, especialmente los crisantemos, son símbolos de buena suerte y prosperidad.
En diferentes culturas, el color amarillo tiene significados variados, desde la felicidad y la alegría hasta la amistad.
Las personas también pueden regalar girasoles, orquídeas, tulipanes, mimosas, lirios, narcisos, margaritas, gazanias, gerberas, retamas, rosas, gladiolos, fresias, flor canaria, verbenas, kerrias, petunias y crisantemos.
El color amarillo es un tono brillante y llamativo que generalmente se asocia con la felicidad, la alegría y la energía. Las flores amarillas pueden simbolizar:
Felicidad: Transmiten un mensaje de alegría y optimismo.
Amistad: Son ideales para regalar a amigos cercanos.
Nuevos comienzos: Señalan el inicio de una nueva etapa, como la primavera.
Prosperidad y Buena Suerte: En algunas culturas, representan riqueza y éxito.
Si buscas imágenes de flores amarillas, te encontrarás con una variedad que incluye girasoles, tulipanes amarillos, lirios y más. Cada tipo de flor puede tener su propio significado específico, pero en general, su color amarillo resplandeciente tiende a transmitir un mensaje positivo.
Si decides unirte a esta tradición, hay varias formas de regalar flores amarillas:
Ramos: Un ramo de flores frescas siempre es un buen detalle.
Macetas: Para un regalo más duradero.
Tarjetas o Imágenes Digitales: Para quienes están lejos, una imagen también puede transmitir el mensaje.
Conclusión
Regalar flores amarillas el 21 de septiembre es una hermosa tradición que va más allá del simple acto de dar un presente. Es una forma de transmitir mensajes de amor, amistad, prosperidad y nuevos comienzos. Así que si recibes o das una flor amarilla en este día, ahora ya sabrás todo el significado que hay detrás de este colorido gesto.
Aunque en Colombia la tradición puede tener su propio matiz local, el acto de dar y recibir estas flores se convierte en un lenguaje universal de esperanza y amor. Es una forma sencilla pero poderosa de recordar la importancia de la paz en un mundo que a menudo parece dividido.