Un joven de 22 años de edad que se estaba trabajando en la instalación de redes de internet, falleció tras recibir una descarga eléctrica en zona rural de Rovira, Tolima. La víctima del accidente laboral era estudiante de la Universidad del Tolima y padre de un niño de tres años.
Fatal accidente
La tarde del martes, una ambulancia del hospital San Vicente de Rovira partió hacia la vereda El Hervidero, pues desde allí avisaron que un hombre que se encontraba instalando redes de internet, había sufrido un accidente laboral luego de alcanzar una cuerda de energía eléctrica de alta tensión.
La descarga eléctrica ocasionó que el joven quedara inconsciente y con serias lesiones, sin embargo, el vehículo de emergencia no pudo llevarlo a tiempo al hospital debido a la considerable distancia que hay entre la vereda donde ocurrió el siniestro y el casco urbano de Rovira.
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La víctima mortal fue identificada como Huber Damián Marroquín Salazar, un joven de 22 años de edad residente en ese municipio, quien alcanzó a ser trasladado a las urgencias del hospital San Vicente, sin embargo, al llegar a dicho centro asistencial ya no registraba signos vitales.
La víctima
Según se conoció, Huber Damián Marroquín Salazar, oriundo de Rovira, tenía 22 años de edad y en 2020 se había convertido en padre de un niño de tres años. Era egresado de la Institución Educativa Julio Ernesto Andrade y en la actualidad estudiaba Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental en el Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del Tolima. Se caracterizaba por su pasión por el medio ambiente, el campo y el mundo de las abejas. También era aficionado a las artes marciales.
A través de varios mensajes, los amigos y familiares de Damián expresaron su tristeza por la temprana partida del joven : “Como compañera y amiga que fui de él, solo puedo decir que era un excelente joven y siempre mantenía con una sonrisa, dispuesto ayudar a sus amigos”, contó una de sus allegadas.
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Tome nota
La vereda El Hervidero, lugar donde ocurrió el accidente, queda a 30 kilómetros de distancia del casco urbano de Rovira y el recorrido puede durar hasta dos horas.