Los escandalosos mensajes del exembajador Armando Benedetti a la exjefe de gabinete del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia, revelados por la Revista Semana, continúan afectando al Gobierno Nacional que ahora tendrá que dar explicaciones a las autoridades electorales sobre presuntos hechos irregulares durante la campaña Petro Presidente.
Además: Confirmado: Laura Sarabia y Armando Benedetti saldrán del Gobierno Nacional
Las declaraciones de Benedetti han obligado al jefe de Estado y a todo el Ejecutivo a evaluar y tomar decisiones sobre su gobernabilidad, mientras que el caso del polígrafo a exampleadas de Sarabia, las interceptaciones ilegales y el financiamiento de la campaña golpean la favorabilidad del mandatario que sigue cayendo con apenas diez meses de mandato.
Aunque el nuevo escándalo del gobierno Petro ya le costó el puesto al exembajador de Colombia en Caracas, y a la exjefe de gabinete del Presidente, el costo político-electoral, podría ir más allá, reflejándose principalmente en las elecciones locales que se desarrollarán en el mes de octubre.
Así lo considera el politólogo santandereano, Gerardo Martínez, al señalar que al igual que el proceso 8.000 en el gobierno Samper, el escándalo de los 15.000 le podría pasar factura al petrismo en las urnas.
“Electoralmente está probado que eso impacta porque en la opinión se queda con el rumor, se quedan con la noticia, no le importan las pruebas. Y llevar el logo del Pacto Histórico va a costar porque va a ser un voto castigo así como pasó en los 90 con el proceso 8.000 cuando en términos político-electorales el Partido Liberal perdió las mayorías en el país y no las ha vuelto recuperar”, preve el analista Martínez.
Para el representante a la Cámara por Santander, Álvaro Rueda, del Partido Liberal, la crisis institucional que atraviesa actualmente la administración Petro podrá ser usada por las fuerzas tradicionales para conquistar el mayor número de gobernaciones y alcaldías en el país y así reforzar su poder de negociación con el Gobierno Nacional.
“La gente va a estar muy atenta a la revisión de quiénes están acompañando las diferentes candidaturas y de quiénes hoy se están mostrando como candidatos alternativos y candidatos de la política tradicional y sobre esa línea se tomará una posición. Las fuerzas políticas van a revisar cómo mantener el establecimiento, por así decirlo, y lograr tener la mayor capacidad de elección en los diferente municipios y departamentos para lograr sus propósitos y jugar con un tema de contrapesos con el Gobierno Nacional”, dijo Rueda, consultado por Vanguardia.
Lea también: Siete precandidatos recogen firmas para la Alcaldía de Bucaramanga
Por su parte, el representante a la Cámara, Cristian Avendaño, del Partido Verde, afirma que si bien la imagen y favorabilidad del gobierno del presidente Petro ha venido cayendo por cuenta del escándalo Benedetti, existe un oportunismo político por parte de los partidos de oposición para recuperar la legitimidad que han cedido en los últimos meses.
“Lo que está ocurriendo es que hay un gran oportunismo político electoral de parte de la oposición, lo que ellos buscan es como poder impactar en los sectores alternativos para a partir de atacar al gobierno poder ellos recuperar parte de la legitimidad que perdieron durante todos los años que gobernaron”, asegura.
Así mismo, el congresista santandereano señaló la violencia y la financiación irregular de campañas, como el principal riesgo de los comicios venideros.
A menos de un mes del inicio del periodo de inscripciones de candidaturas para las elecciones regionales, aún no hay un candidato visible por parte del Pacto Histórico (coalición de partidos que promovió la candidatura del presidente Petro), para la Gobernación de Santander ni para la Alcaldía de Bucaramanga.
Por ahora, los únicos que se adelantan en la carrera por el aval del petrismo, son los militantes de la Colombia Humana: Luis Alfredo Villarrreal y Rubén Fernando Morales, quienes ganaron las consultas internas de su partido para la Gobernación de Santander y Alcaldía de Bucaramanga, respectivamente.
El departamento de Santander es una de las regiones donde el Pacto Histórico perdió en las pasadas elecciones presidenciales.