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Martes 09 de julio de 2019 - 12:00 PM

A la calle o a las urnas

El camino hacia elecciones se abre paso para solventar la crisis venezolana. Qué tan conveniente es la salida electoral

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Internet / VANGUARDIA
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Fotomontaje / VANGUARDIA
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Una salida electoral en Venezuela cobra fuerza. Convocar a elecciones a más tardar en un año, es una de las propuestas de la agenda que discuten la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro en la mesa de diálogo en Barbados, en el marco de un proceso donde Noruega funge como mediador.

Esta posibilidad sobre la mesa plantea varias preguntas acerca de las garantías para la realización de un proceso electoral, que debe ser democrático, justo y transparente.

Además, debe estar acompañado de un cambio total del Consejo Nacional Electoral, CNE, y de reformas puntuales de las instituciones y las leyes electores bajo estándares internacionales, coinciden analistas consultados.

En caso de llegar a un acuerdo entre la oposición y el régimen de Maduro, en opinión de David Peña, docente de Derecho Internacional y Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, sería pertinente un método electoral poco ortodoxo, consistente en que la organización, control y vigilancia sea realizado por un grupo de carácter internacional.

La idea, agrega, es que brinde garantías de transparencia y objetividad para el ejercicio del derecho al elegir y ser elegido por parte del pueblo venezolano.

“Es decir que no sea parte ninguno de los dos grupos enfrentados”, subraya.

Sin ataduras electorales

Independiente de qué candidatos están representando a unos o a otros, Peña afirma que el objetivo “es darle soporte y sustento a lo que el pueblo decida en las urnas. Y ahí se sabría la realidad que desean los venezolanos libres de engaños y ataduras electorales”.

Igualmente destaca la intervención de Noruega como clave para que en Barbados se establezcan claros y precisos compromisos que verdaderamente se cumplan.

“Porque es poco o nada lo que se confía en Maduro y su régimen. De eso se trata la negociación. El tiempo lo confirmará. Habrá que ver”, explica el docente de la Unab.

En esa línea, Henry Cancelado, internacionalista y profesor de la Universidad Javeriana, insiste en que el proceso electoral tendría que ser muy controlado y con nuevas reglas electorales al interior de Venezuela que permitan espacios de apertura.

Sin embargo, es pesimista y no cree que esta ronda de negociaciones en Barbados conduzca a una solución de ese estilo. En cambio, estima que sí se puede avanzar en algunos espacios de concertación democrática.

Más bien observa que “es el régimen chavista ganando algo de tiempo todavía, porque no tiene motivaciones para dejar el poder, realmente hacia adentro no está muy presionado y desde afuera ha logrado algunos socios como India, Rusia, China, y países africanos, que lo sostienen”.

En otras palabras, Cancelado hace énfasis en que no hay mucha motivación por parte de Maduro para hacer una elección, “pero si hubiese una respuesta, eso no garantiza que el chavismo salga del poder”, si no hay las condiciones y garantías para tal efecto.

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Condiciones de viabilidad

Aunque ve factible en términos operativos una elección presidencial en ese corto periodo de tiempo, teniendo en cuenta que el régimen venezolano tiene toda la estructura y mecanismos para poder convocarla, la doctora Mairene Tobón Ospino, investigadora del Instituto de Estudios Políticos de la Unab, tiene sus reparos al respecto.

Según ella, la aprobación de una elección presidencial con el mismo CNE, que ha sido objeto de fuertes cuestionamientos, “no solo por sus prácticas en muchas celebraciones electorales pasadas, sino también en su evidente postura pro régimen chavista, no es un escenario ideal ni factible para la convivencia o para la solución de los problemas estructurales que tiene Venezuela”.

Adicionalmente a esta circunstancia, recalca que la elección o el cambio de gobierno “son evidentemente necesarios, es una salida para poder dinamizar la situación interna”.

En este contexto, la investigadora de la Unab señala que las reglas de juego en ese proceso electoral tendrían que ser en primer lugar, con otras instituciones o representantes de las mismas distintos a las actuales.

No obstante, también aclara que la salida electoral no es la única posible.

“Es necesario hacer cambios más trascendentales en las instituciones, en las estructuras de gobierno y en los mecanismos de consenso para poder labrar un camino hacia la reconstrucción de Venezuela”, plantea la experta.

Incluso, hace referencia al reciente informe de Michelle Bachelet al respecto de la situación de derechos humanos en el país como representante de la ONU, advirtiendo que es bastante ilustrativo de cuál es el panorama actual de Venezuela.

Por esta razón, a su juicio, hay que darle una mirada más profunda a las posibles soluciones, destacando que un proceso electoral es viable solo si hay garantías internacionales, garantías de cambios medulares en las instituciones.

Es más, opina que para el común de los venezolanos, no es un escenario muy viable en estos momentos.

“La gente está perdiendo esperanza en los líderes, en las promesas que se han hecho de esta transición; no está tan fácil que el régimen acepte un panorama electoral que no sea evidentemente ventajoso para él como ha sido en otras ocasiones”, reitera la investigadora.

Sumado a ello, observa que “ineludiblemente para poder restaurar el hilo democrático es primordial que Nicolás Maduro salga del poder, y con él, todos aquellos representantes que lo acompañan, es decir, que se produzca un verdadero cambio político que concentre las voluntades del pueblo venezolano”.

Un reto fundamental

Ronal Rodríguez, investigador de la Universidad del Rosario, ve difícil que pueda llegar a concretarse un proceso electoral porque una parte importante de la población, el 12%, ha tenido que salir de ese país como parte del fenómeno migrante. La cifra a nivel internacional es de más de 4 millones de venezolanos , y según el, “obviamente en cualquier proceso electoral que pretenda definir el destino de Venezuela, sería fundamental contar con la participación de ellos, además porque la mayoría votaría por la oposición” liderada por Juan Guaidó. El problema fundamental aquí, dice, es que los consulados venezolanos en el exterior prácticamente no operan. Entonces, el principal reto es cómo garantizar en el marco de una eventual elección rápida la participación de los venezolanos en el exterior, señala Rodríguez.

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Publicado por Ángela Castro Ariza

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