No podemos confiarnos y olvidar que el descuido de nuestras obras de infraestructura, en cualquier momento pueden desencadenar consecuencias catastróficas, pues son elementos fundamentales de la vida urbana que pueden o no estar en riesgo.
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Comunidades violentadas, pobres y en el olvido: Día Internacional de los Pueblos Indígenas
- Las asignaturas pendientes en América Latina y el Caribe con los pueblos originarios seguirán siendo desde la lucha por la tierra hasta la justicia social, sin violencia. Archivo / VANGUARDIA
La ONU conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas cada 9 de agosto para dar a conocer las necesidades de estos grupos de población que hoy suman 476 millones en el mundo, el 6% de la población total, y ocupan el 22 % del territorio planetario.
y, las poblaciones originarias siguen sometidas a la pobreza extrema, la marginación, o la explotación de sus tierras, además de otras violaciones de derechos humanos.
Justamente esas necesidades de los territorios ancestrales son los mayores desafíos sociales de América Latina y el Caribe, donde existen alrededor de 522 pueblos indígenas que van desde la Patagonia hasta el norte de México. Suman en la región 54,8 millones de indígenas, lo que equivale al 8,5 % de la población total y representan la proporción más alta de todo el mundo.

Colombia: los indígenas en el centro de una violencia que no mengua
Después de casi seis décadas de conflicto armado, estas comunidades siguen sufriendo día a día el embate de la violencia.
El Observatorio de Derechos Humanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic), durante el segundo trimestre de 2022, registró un total de 203 hechos victimizantes, con 422.866 indígenas afectados por acciones violatorias contra los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario (DIH), pertenecientes a 29 pueblos indígenas, el periodo más violento en lo corrido del año.
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El informe de la Onic señala que este aumento en los hechos violatorios a los DD. HH. de los Pueblos Indígenas de Colombia obedeció principalmente a “la agudización del conflicto armado interno, con la continuidad de las disputas entre grupos armados no estatales y organizaciones criminales, dado su propósito de control hegemónico sobre territorios estratégicos para su accionar. Y el segundo fenómeno, de tipo político, asociado con la dinámica de las elecciones presidenciales de 2022, referidas como el período electoral de mayor violencia de las últimas tres jornadas electorales (señala la MOE 2022)”.

De hecho, miles de indígenas, protagonistas de las luchas sociales de los últimos años en Colombia, apoyaron la candidatura de Petro, a quien ven con esperanza para un cambio estructural y para que su situación humanitaria mejore.
Las asignaturas pendientes en América Latina y el Caribe con los pueblos originarios seguirán siendo desde la lucha por la tierra hasta la justicia social, sin violencia. Pero ese reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas solo dependerá de esa voluntad política con la que llegan los mandatarios de turno al poder, una tarea difícil de prever y con alcances a largo plazo.