Además de la tasa de mortalidad, el mundo mira a los 4,5 millones de personas del Corredor Seco Centroamericano que padecen hambre de manera recurrente, una cifra que podría duplicarse este año por la pandemia.
Con 144.758 muertos declarados oficialmente hoy, América Latina y el Caribe supera el saldo de Estados Unidos y Canadá (144.023 fallecidos acumulados), y se ubica detrás de Europa, que registra 202.505 decesos.
Brasil es el país más afectado de la región y el segundo del mundo, con 72.100 decesos y más de 1,8 millones de contagios, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro.
México anunció el pasado domingo que el virus había matado en total a 35.006 personas, situando al país por delante de Italia en número de decesos, que contabiliza 34.954.
“La epidemia sigue activa y sigue en crecimiento, pero la velocidad en la que va en crecimiento es cada vez más lenta”, apuntó sin embargo el subsecretario de Salud y encargado de la estrategia contra la pandemia en México.
También a los expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) les preocupa el acontecer en ese país. “México tiene una situación “extremadamente compleja” debido a la confusión entre la población con respecto al mantenimiento de las medidas de distanciamiento social al tiempo que se han retomado ciertas actividades, alertó Cristian Morales, representante de la OPS en el país.
En Bolivia, el titular de Economía, Óscar Ortiz, anunció que contrajo el coronavirus, convirtiéndose en el cuarto ministro contagiado, mientras la presidenta Jeanine Áñez, también permanece aislada por la COVID-19.
Argentina superó los 100.000 casos, con el área metropolitana de Buenos Aires como foco del 95% de los contagios de todo el país.
Guatemala anunció que mantiene el toque de queda parcial, vigente desde el 22 de marzo, aunque algunos poblados ya podrán levantar las medidas contra el nuevo coronavirus.
A nivel mundial, la pandemia ha causado más de 568.000 muertos y casi 13 millones de contagios, según el recuento de la Organización Mundial de la Salud, OMS. En algunos países que ya habían avanzado en las etapas de desconfinamiento, los gobiernos están haciendo marcha atrás ante los rebrotes de la enfermedad.
En otras zonas del mundo, también se están volviendo a imponer restricciones para luchar contra estos repuntes de infecciones. En Sudáfrica, se volvió a imponer el toque de queda ante el repunte de contagios.
Estados Unidos es de lejos el país más golpeado por la pandemia, con más de 135.000 fallecidos y 3,3 millones de contagios. El número de casos se ha disparado en las últimas semanas en el país, alcanzando un récord de 66.528 en 24 horas el pasado sábado.
El aumento en los casos ha obligado a algunos gobernadores a dar marcha atrás en su decisión de reabrir las economías de sus estados y a aceptar el uso de tapabocas
Entre tanto, el diario The Wall Street Journal informó el pasado viernes que la compañía biotecnológica alemana BioNTech espera obtener la aprobación para su vacuna contra el virus y distribuir centenares de millones de dosis antes de final de año.
Para ello, BioNTech se unió con el gigante estadounidense Pfizer y con la china Shanghai Fosun Pharmaceuticals para producir a escala mundial más de mil millones de dosis de la vacuna durante 2021.
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Otra posibilidad para combatir el coronavirus en esta parte del mundo la ofreció hoy la Federación Rusa a diversos representantes de entidades sanitarias, agencias y especialistas de la región.
Se trata del medicamento Avifavir, que promete curar la enfermedad en un período de entre cuatro y diez días y que ya fue utilizado en más de 30.000 pacientes de 51 diferentes regiones de Rusia con resultados positivos y pocos efectos secundarios.
