Cuando se lanzó la alerta, China lamentó que un "dirigible" con fines meteorológicos, civiles y científicos terminara en dicha zona.
La relación entre China y Estados Unidos sigue plagada de altos y bajos, especialmente en un momento en el que se disputa un nuevo orden mundial de una forma muy diferente a como ha sucedido antes: a través de la guerra. La más reciente tensión entre las dos potencias mundiales se dio por cuenta de un globo que resultó surcando los cielos desde Montana, hasta Carolina del Norte.
Sin embargo, un nuevo dirigible habría sido visto sobrevolando espacio aéreo de América Latina. Según el Pentágono, este artefacto estaría sobre Costa Rica. “Estamos viendo informes de un globo que transita por América Latina. Ahora evaluamos que es otro globo de vigilancia chino”, dijo el portavoz jefe del Pentágono, Patrick Ryder.
Justo cuando se lanzó la alerta, China lamentó que un "dirigible" utilizado con fines meteorológicos, civiles y otros fines científicos se haya adentrado en el espacio aéreo estadounidense. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino dijo que el vuelo fue un accidente de fuerza mayor y acusó a políticos y medios estadounidenses de aprovechar la situación para desacreditar a China.
Finalmente, Estados Unidos confirmó la destrucción del "globo espía" que llevaba varios días sobrevolando su territorio. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el sábado que su país "se ocuparía" de la presunta nave espía china que fue rastreado sobrevolando el territorio estadounidense.
Biden hizo estas declaraciones en respuesta a una pregunta sobre si Estados Unidos derribaría el globo, que ha estado volando por todo el país en lo que Washington califica como una "clara violación" de su soberanía.
El mandatario, que hasta ese momento no se había referido al presunto globo espía, no dio más detalles sobre lo planeado. Como consecuencia, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pospuso una visita a China que estaba previsto que comenzara el viernes a causa del globo.
China ha dicho que desea una relación estable con Estados Unidos para poder centrarse en su economía, maltratada por la ya abandonada política de cero covid-19 y desatendida por los inversores extranjeros alarmados por lo que consideran un retorno de la intervención estatal en el mercado.
