Unas 1.700 personas aún siguen desaparecidas, tras el violento terremoto que sacudió al país, el peor desde 1979.
Bajo un sol abrasador, el olor de los cuerpos en descomposición se vuelve más fuerte a medida que pasan los días en la localidad de Pedernales, de 253.000 habitantes. Un centenar de cuerpos fueron retirados de los escombros. Pero el número de desaparecidos se desconoce.
Luis Felipe Navarro, propietario de un edificio en ruinas cerca del mercado, está convencido de que hay personas vivas entre el amasijo de hormigón y acero. “He recibido mensajes a mi teléfono. Me dicen que hay diez en una especie de cavidad. Pero los equipos de rescate no me escuchan”.
La rabia y la impotencia crecen entre los sobrevivientes, con lamentos por la lentitud en la llegada de los socorristas a las zonas destruidas por la catástrofe, que deja ya 480 muertos, 2.560 heridos y unos 1.700 desaparecidos.
“El rescate ha sido muy lento y se han perdido vidas valiosas. Nosotros los familiares hemos estado aquí desde el sábado por la noche”, exclamó Pedro Merro, cerca del mercado municipal de Manta, en la golpeada provincia de Manabí.
“Tenemos 2.000 registros de personas que están siendo buscadas, pero ya hemos encontrado a 300. Esto no es todavía una cifra oficial de personas estrictamente desaparecidas”, aseguró el viceministro del Interior, Diego Fuentes a periodistas en Quito.
El sismo dejó además 805 edificios reducidos a escombros, carreteras reventadas e infraestructuras colapsadas en zonas de alta concurrencia de turistas.
Más de 650 socorristas
“Reconstruimos una vez Manabí y lo volveremos a hacer. Grande es la tragedia pero más grande el valor del pueblo ecuatoriano”, dijo el presidente Rafael Correa, que recorrió centros de acopio de donaciones en Manta y en las poblaciones de Chone, San Vicente y Bahía de Caráquez.
En varias ciudades de la costa, aún salen personas con vida gracias al trabajo sin descanso de bomberos, policías, militares y perros amaestrados que han llegado desde otras ciudades de Ecuador y países como Venezuela, Colombia, México, Chile y España. “Son 654 rescatistas, pienso que van a llegar más”, aseguró el canciller Guillaume Long, en una entrevista con el canal GamaTV.
Long agregó que el ministerio de Relaciones Exteriores lleva un registro de los extranjeros fallecidos en el terremoto, cuyo epicentro fue el balneario de Pedernales, un popular destino turístico a unos 180 km al norte de Manta.
Pérdidas MILlonarias
Desde el día del terremoto se han contabilizado centenas de réplicas de diferente magnitud, que se espera continúen en los próximos días en este país, declarado “en estado de excepción”.
Correa ha advertido que la reconstrucción será larga y costosa.
“Las pérdidas son multimillonarias. Yo calculo a grosso modo 2.000, 3.000 millones de dólares, dos puntos o tres puntos del Producto Interno Bruto”, declaró Correa.
El gobierno ecuatoriano activó fondos de 450 millones dólares para la reconstrucción y contará con líneas de financiamiento del Banco Mundial, el Banco Interamericano y otras instituciones, así como ayuda material y humana de varios países vecinos y de España.
“Hay buques zarpando desde Colombia, desde Tumaco, eso se va a demorar unos tres o cuatro días para llegar, pero que llegan con agua con víveres, con todo lo que se necesita para sobrevivir ya en una segunda etapa sin infraestructura o infraestructura precaria”, comentó el canciller de Ecuador Guillaume Long.