Después de navegar cerca de 1,5 millones de kilómetros desde la Tierra, el telescopio James Webb de la Nasa llegó a su destino.
El telescopio espacial James Webb alcanzó su destino final en el espacio, donde orbitará el sol en línea con la tierra para estudio y análisis del universo. El artefacto fue lanzado el pasado 25 de diciembre desde la base Kourou en la Guayana Francesa.
El telescopio espacial James Webb llegó al punto de Lagrange L2, ahí orbitara alrededor del sol y hará observaciones que nos remitirán a lo qué pasó hace más de 13 mil millones de años.
Desde ese punto, el telescopio seguirá una trayectoria en forma de halo, lo que también permite que no tenga una interrupción en su canal de contacto con el planeta. Además, su tamaño y estructura le permitirán asomarse en las nubes de gas y polvo de objetos a mayores distancia, en comparación con su antecesor el Hubble.
En las próximas semanas, el telescopio hará trabajos de calibración para después dejar que sus herramientas se enfríen. Esto permitirá que toda la estructura se encuentre estable antes de comenzar a operar.
Se espera que el James Webb de la Nasa ofrezca una nueva visión sobre las etapas más tempranas del universo. El telescopio se encuentra listo en órbita alrededor del Sol, a unos 1,6 millones de kilómetros de la Tierra.
Los expertos esperan que el telescopio James Webb pueda otorgar mayor información sobre las galaxias jóvenes. Específicamente de aquellas que datan se unos 100 millones de años después del Big Bang. Asimismo podrá explorar signos de atmósferas potencialmente con señales, por ejemplo, los exoplanetas.