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opinion/cartas del-lector
Jueves 14 de marzo de 2019 - 12:00 PM

HÁGASE OÍR

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Toque-toque en

el fútbol colombiano

El año 2016 el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, el señor Luis H. Bedoya G., estuvo involucrado en el escándalo del FIFA Gate. El confeso hombre admitió la participación en varios delitos y la devolución de dineros obtenidos de forma ilícita; los encargados de la distribución y venta de la boletería para las eliminatorias del Mundial de Fútbol Rusia 2018 también confesaron sus delitos y la participación de sus ominosas manos en varios movimientos y en el tráfico de las entradas; no menos escandaloso resultaron las voces de las valerosas jugadoras de las selecciones femeninas de fútbol, ellas manifestaron los abusos laborales, sexuales, el maltrato y los vejámenes a que fueron sometidas; para completar el ponqué, la fresa la pusieron las denuncias que instauraron un par de excluidos árbitros de fútbol, quienes manifestaron, que los señores Óscar Julián Ruiz A. e Imer Lemuel Machado Barrera abusaron de su posición dominante, cometieron juego sucio, gambetas indebidas y jugadas en fuera de lugar.

Esperamos que a todos estos dirigentes abusadores del rentado nacional les den tarjeta roja, sean expulsados de sus cómodos cargos y que reparen a las víctimas.

Renzo Orlando Gutiérrez Rivera

Culonas

Trabajadoras silenciosas, manjares para diosas, nos entregan sus atributos a través de tantos conductos.

Las hormigas culonas hablan de una raza valiente, por ser una región ardiente, son seres muy inteligentes.

En los hormigueros son muy trabajadoras están también las cargadoras, aunque no se ven las aseadoras.

Seres privilegiados porque pueden caminar, pero también volar y volar y a veces les da por emigrar.
Aunque no juegan ajedrez son muy organizadas, por ser tan aplomadas la reina es muy custodiada.

Padre Alfredo Vesga Díaz

En reconocimiento

a los bomberos

Aquel 11 de septiembre de 2001, cuando ardían las Torres Gemelas de Nueva York, millones de espectadores mirábamos con horror el humo pavoroso que envolvía las torres, fuimos espectadores de cómo una columna de bomberos, con sus mascarillas y tanques de oxígeno, penetraban esa espesa y densa humareda en búsqueda de una vida por salvar; a los pocos segundos vimos el derrumbe dantesco de estas estructuras llevándose también la vida de estos valientes y héroes servidores.

Cuando un bombero rescata de las llamas a una anciana o un niño no nos importa que sean “gordos o barrigones”, nos interesa lo que hacen por la sociedad y cuando pasan raudos con sus sirenas y campanas por nuestras calles, dan esperanza de vida a pesar del riesgo que ellos corren.

Quisicosas de la salud

Al promediar la segunda mitad del siglo XX, cuando no existía la epidemia “EPS...ista”, ni los adelantos de la medicina actual, la gente vivía tranquila y, por lo general, moría en sus casas y en sus camas.

Si una persona se enfermaba iba al médico o este iba a buscarlo a la casa en su lecho de enfermo. Ver pasar al galeno con su maletín saludando y recibiendo los saludos y respetos de la gente era un acto gratificante.

Por ese tiempo el médico era médico de verdad, que atendía todas las dolencias, en contraste con la actualidad, en donde las especializaciones, siendo muy buenas, ponen barreras casi infranqueables al desempeño de la profesión, por la dedicación a sólo su campo, lo que complica un poco el cuidado de la salud. Por ese mismo tiempo, existían los boticarios o farmaceutas y a sus boticas o farmacias iba la gente tranquila y confiada; y ellos con su trabajo llegaron a adquirir tal experiencia y habilidad que sorprendían con sus aciertos y la eficacia de sus diagnósticos; y con los medicamentos que formulaban, le devolvían a los pacientes su tranquilidad y la salud. ¡Cómo querían y respetaban las gentes de los pueblos a sus farmaceutas o boticarios!

Uno de los mayores problemas de la salud en la actualidad es que el crecimiento de las empresas vuelve muy difícil y selectivo su accionar. Un ejemplo son las “empresas de la epidemia” que no dan citas, no autorizan tratamientos, demoran los trámites y entretanto los pacientes sufren, se agravan y hasta mueren.

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