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Alberto Montoya
Martes 09 de febrero de 2021 - 12:00 PM

Insisto: DMB - Distrito Metropolitano de Bucaramanga

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El ciudadano metropolitano, es decir, el ciudadano del común, aquel cuyos miembros de su familia viven, trabajan y/o estudian en cualquiera de los cuatro municipios que conforman “nuestra ciudad”, lamentablemente no relaciona el caos de la movilidad, los problemas de planeación, ni los problemas de seguridad, ni si hacen buen uso de los impuestos que paga, con el “cómo está organizada administrativamente su ciudad”, para prestar los servicios a los que tiene derecho.

Si bien, para nadie es un secreto que “nuestra ciudad”, con algo más de un millón de habitantes, además de estar conformada por cuatro municipios con 4 alcaldes, tiene 4 personerías, 3 contralorías, 4 oficinas de control interno disciplinario, 4 de control interno de gestión, 4 secretarías de tránsito y 72 concejales con honorarios, es obvio que la duplicidad de funciones genera ineficiencia administrativa que cuesta mucho dinero. Y, si a lo anterior agregamos que para medio mantener las vías metropolitanas existen 9 instituciones, en acueducto, dos empresas, en recolección y disposición de residuos sólidos, 6 empresas privadas y 3 públicas, en Planeación y Control Urbano, 5 POTs con 4 Secretarías de Planeación y 4 curadores urbanos (quienes interpretan discrecionalmente la normatividad); para atender la salud de los pobres, hay 4 sisben y, en educación, hay tres municipios certificados y uno no... Conclusión: vivimos en una Torre de Babel, en la que definir un horario es un complique y la toma de cualquier decisión, por sencilla que sea, un absurdo desgaste.

En resumen, la complejidad y el caos en la administración de “nuestra ciudad” es consecuencia de tener 81 oficinas de primer nivel, entre secretarías de despacho, oficinas asesoras e instituciones descentralizadas. Además de cuatro estructuras tarifarias de impuestos predial y complementarios, siendo la de Floridablanca una de las más costosas de Colombia.

Por ello, presento nuevamente la propuesta de crear el Distrito Metropolitano de Bucaramanga DMB. Urge acudir al estudio que, en el 2007, durante la Presidencia Ejecutiva de Juan Camilo Montoya, la Cámara de Comercio elaboró, junto con las universidades UNAB, UIS, UPB y UCC. Se presentó en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes un anteproyecto legislativo para crear el Distrito y... allí se durmió la iniciativa.

No puedo ignorar que la decisión de crear el Distrito es política. Pero pregunto: ¿podrá nuestra clase política desconocer esta realidad estructural de la organización de “nuestra ciudad”, que va contra la lógica, la competitividad y la eficiencia administrativa? ¿Por qué no aspirar a racionalizar la toma de decisiones y organizarnos a través del DMB?

Señores PARLAMENTARIOS... Quedamos expectantes.

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