Excepto por algunas líneas generales que trazaron a mediados del siglo pasado los planificadores de la ciudad y el área metropolitana,...
Señor Alcalde...
El logo “Gobernar es hacer” que identifica la administración presidida por el ingeniero Juan Carlos Cárdenas, me parece apropiado por el compromiso que anuncia y significa. Quienes, por elección popular o designación, ocupamos cargos como alcalde o gobernador, sabemos lo difícil, complejo, tenaz y desgastante que implica “el hacer”, “lograr”, “ejecutar” y aún mas, “el cómo hacer, para cristalizar el hacer”.
Cuando en campaña se manifiesta responsablemente, ante amigos potenciales electores, planes para ejecutar determinados proyectos destinados a solucionar necesidades de la comunidad, uno no se imagina la inmensa dificultad para lograrlo. En el sector público, para hacer no es suficiente querer, contar con la voluntad política del Concejo y con recursos económicos. Es necesario contar con un equipo humano motivado, comprometido y, de fundamental importancia, con “conocimiento sobre el cómo hacer”.
Convertir en realidad un proyecto soñado y prometido significa, en primer lugar, hacer o tener los estudios (prefactibilidad, factibilidad, diseños, presupuesto, gestión predial y ambiental, etc.) luego, gestionar la financiación, enseguida, adelantar todo el proceso de elaboración de pliegos y contratación, evaluar, adjudicar y rogarle a Dios para que el contratista ganador sea decente y eficiente, para que ejecute la obra como aparece en los planos y en el plazo convenido contractualmente. Además, simultáneamente, se debe adelantar el concurso de méritos para contratar la interventoría.
Adicicional a lo expuesto, esta carrera de obstáculos tiene en contra el tiempo, cuatro años es un lapso corto y las necesidades de Bucaramanga enormes. Los innumerables temas que se presentan, generan la tendencia de atender “lo urgente”, posponiendo “lo importante”. Es aquí donde entra a jugar un fundamental papel el equipo de colaboradores quienes, sin excepción, deben tener claro que el director del equipo es el alcalde y no el jefe político que lo recomendó. También creer que, porque ayudó en la campaña, puede manejar su propia agenda o usar su cargo como trampolín para concretar aspiraciones futuras. Las zancadillas surgen por varios lados.
Sin duda, el manejo de la pandemia ha sido acertado y apareció como un inmenso imprevisto, pero, urge iniciar la lucha por los objetivos estructurales del plan de gobierno.
Señor Alcalde... estamos expectantes.