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Alexander Arciniegas
Miércoles 15 de septiembre de 2021 - 12:00 PM

Avanza el diálogo en Venezuela

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Desde esta columna he insistido en que los problemas de Venezuela incumben principalmente, a los venezolanos. Y como se preveía, la llegada de Biden a la Casa Blanca ha contribuido a generar un clima favorable a la negociación tras dos años del último intento en Barbados.

En este nuevo esfuerzo, iniciado a mediados de agosto, ha sido crucial el papel del país anfitrión: México que, desde la llegada de López Obrador, recuperó las bases de su doctrina Estrada; desmarcándose del fracasado Grupo de Lima.

También sobresale el rol de Noruega, que tiene como jefe del equipo facilitador al experimentado diplomático Dag Nylander, figura clave en el éxito de la negociación de paz entre Gobierno y Farc en La Habana. Y no es menos importante, la presencia de Rusia y los Países Bajos como acompañantes.

En México se ven las caras Gerardo Blyde, vocero de la opositora Plataforma Unitaria de Venezuela o G4 y Jorge Rodríguez, delegado de Maduro y Presidente de la Asamblea Nacional. Ello en un contexto marcado por el reciente acuerdo entre el gobierno venezolano y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU para enfrentar la crisis alimentaria; así como por el levantamiento de las restricciones que Washington había impuesto unilateralmente, a la exportación de gas licuado de petróleo a Venezuela.

Lamentablemente, el gobierno Duque atrapado en su delirante “cerco diplomático” perdió nuevamente, una oportunidad para elevar el deteriorado perfil internacional del país y para contribuir en la estabilización de su vecino.

Los recientes acuerdos parciales entre gobierno y oposición para cerrar filas en torno a la defensa de la soberanía venezolana frente a Guayana, en el rico territorio del Esequibo y para recuperar los activos retenidos en el exterior a PDVSA y al Banco Central, son importantes avances que alimentan un moderado optimismo.

Aunque estas negociaciones son siempre muy complejas e impredecibles, es importante que el diálogo se consolide y de los temas político electorales, las partes avancen hacia ¿Cómo reactivar las fuerzas productivas? ¿Cómo luchar contra la inflación, fortalecer el salario y el empleo? Confío que así sea, los venezolanos tienen en su historia el pacto de Punto Fijo que, a diferencia de nuestro Frente Nacional, sí contempló las cuestiones socioeconómicas.

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