Barbosa tiene razón

Enorme ruido ha generado el enfrentamiento entre el Fiscal Barbosa y el Presidente de la República; algo que no ayuda en medio de la pugnacidad que marca el actual momento político del país.

Por eso, tranquiliza que tras la reunión de las altas Cortes con Petro se haya reafirmado el compromiso desde el Ejecutivo con la separación de poderes y sobre todo, con la necesidad de encauzar las diferencias mediante los mecanismos institucionales sobre la base de la independencia judicial.

Sin embargo, es necesario llamar la atención acerca del papel que últimamente viene jugando el Fiscal Barbosa. Este arrogante funcionario, alebrestado por algunos medios de comunicación, está asumiendo un papel que no se corresponde con la responsabilidad de quien ocupa “el segundo cargo más importante del país” como el mismo dijera, en uno de sus más sonados ataques de megalomanía.

Me pregunto a quien pretende engañar el Fiscal, en trance de probable candidato presidencial de la derecha, con su sobreactuado discurso sobre la independencia judicial y la salvaguarda de la institucionalidad. A los colombianos no se nos olvida que todos estos años las actuaciones de Barbosa en investigaciones claves para el país dejaron una sombra de duda y evidenciaron que solo fue un dócil subalterno de Iván Duque.

Ojalá el Fiscal actual tuviera el valor para enfrentar el narcotráfico que en su momento tuvo Gustavo de Greiff y la moderación frente al Ejecutivo de Alfonso Valdivieso. En lo que, si tiene razón y no lo ha dejado muy claro, es en que su único jefe ha sido y será su amigo el hoy expresidente Duque.

Si de verdad queremos en este país garantizar la independencia del Fiscal y su idoneidad, es hora de tomar en serio propuestas como que lo elija la Corte Suprema de terna conformada no por el Presidente como ocurre hoy, sino de una selección pública de mérito.

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