Tristemente y a pesar de lo que pueda sugerir su título, esta columna no hablará de una estrategia conjunta de la Unión Europea para enfrentar el COVID-19 que hace rato esta fuera de control en Italia o España. De hecho, si algo ha desnudado esta catástrofe es la ausencia de un liderazgo global y de una estrategia coordinada de parte de los Estados para enfrentarla. Mientras Washington y Beijing se hacen recriminaciones mutuas; esta es la hora en que, contra toda evidencia, Bolsonaro minimiza el problema en Brasil y Duque se resiste a hablar con Maduro para trazar una estrategia binacional que, además, debería involucrar a todos los países suramericanos. Cómo hace falta UNASUR, Presidente.
Volviendo al tema, Donald Trump en plena emergencia sanitaria que en su país castiga estados como Nueva York con 6,5% del total de casos en el mundo, continua su repugnante política xenófoba hablando del “virus chino” y con sus planes de guerra al movilizar 20.000 soldados estadounidenses a Europa. Esto en la operación “Defender–Europa 20” que según se dice, concentra los mayores ejercicios militares realizados por la OTAN en los últimos 25 años con alrededor de 37.000 soldados y equipos de combate desembarcando en Alemania, Polonia y los países bálticos para operar entre abril y junio. El movimiento estadounidense y de sus socios en la OTAN, no solo desatiende el desesperado llamado del Secretario General de la ONU a los líderes del mundo para aplazar sus planes bélicos y coordinar urgentemente una respuesta al Coronavirus; sino que genera enormes tensiones con Rusia en un momento de gran inestabilidad internacional.
Al mismo tiempo, es inquietante que Washington movilice decenas de miles de sus militares a territorio europeo en plena pandemia ¿Estarán vacunados? En buena medida y por causa de la llegada al poder de gobernantes de esta ultraderecha delirante como Trump, Johnson, Orbán y el propio Bolsonaro, la humanidad en plena tormenta navega con las velas desplegadas.
