A la preocupación por el acaparamiento de las vacunas por los países ricos, se suma ahora, el anuncio de Sudáfrica de suspender la aplicación de un millón de dosis de la Oxford-AstraZeneca, por su baja eficacia frente la cepa descubierta en ese país; el más golpeado de África por la COVID-19.
Pero hay también esperanza en nuestro pandémico mundo, como lo muestran los buenos resultados de la vacuna rusa, corroborados recientemente por la prestigiosa revista The Lancet. Y es que la Sputnik V, el más importante logro de la ciencia rusa en las últimas décadas, no es resultado de la improvisación, sino de una gran tradición científica apoyada por el financiamiento del Estado. Así lo ha dejado claro en múltiples entrevistas, el doctor German Abril, médico santandereano que, en Moscú, trabaja en los ensayos de la Sputnik.
Otra buena noticia viene desde Latinoamérica, con el desarrollo de una vacuna cubana que en marzo entrará en fase 3 (ensayos clínicos a gran escala). Como en el caso de la Sputnik, Soberana 2 con la que el gobierno de Díaz-Canel, espera inmunizar a toda su población en 2021, es resultado de por lo menos 30 años de experiencia en la producción y exportación de vacunas del país de las “batas blancas “.
Hace casi un año, medios de todo el mundo registraban la llegada de los médicos y enfermeras cubanos a Italia para ayudar en un momento crítico de la pandemia. Cuba con casi 12 millones de habitantes, una tasa de infectados diarios por COVID levemente superior a los 1000 casos y un índice de fallecidos de solo 225; planea fabricar 100 millones de dosis de su vacuna, una vez la autoridad reguladora nacional el CECMED y la OMS, confirmen su eficacia.
Ojalá pronto, Soberana 2 sea una herramienta más en la lucha de la humanidad no solo contra este virus, sino contra la desigualdad y la especulación de las grandes farmacéuticas, que castigan, sobre todo, a los países de África y América Latina que únicamente podrán vacunar una décima parte de su gente, si no se dan pasos contundentes y urgentes, hacia la solidaridad internacional.
