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Alvaro Beltran Pinzón
Domingo 08 de diciembre de 2019 - 12:00 PM

El conocimiento como imperativo

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En forma coincidente con la puesta en marcha del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias) se dió a conocer el informe del Panel Internacional de 45 expertos, quienes, luego de diez meses de trabajo, definieron la hoja de ruta que Colombia debe seguir en materia de CTeI y Educación en los próximos 10 años.

No deja de recordarse el anterior intento de la Misión de Sabios que en 1994 estableció la meta de subir la inversión en ciencia del 0,4% al 2% del PIB en la siguiente década. Propósito que, evidentemente, no se cumplió, aunque podría anotarse que sus recomendaciones sí sirvieron de base para algunos emprendimientos desarrollados por diferentes entidades. Ahora, con sentido más realista, se plantea para el 2028 llegar a un presupuesto de 1,2% del PIB en I+D, en donde el 0,8% correspondería a recursos públicos y el 0,4% provendría del sector privado.

En el Informe se acogen tres tipos de propuestas. La primera tiene que ver con la adopción de Misiones Emblemáticas interdisciplinarias que se definan y acometan con voluntad de permanencia: Colombia-Bio, Colombia-Equitativa y Colombia-Productiva y Sostenible. La segunda determina como eje transversal el fortalecimiento de la educación en todos sus niveles. Y la tercera se ocupa de vislumbrar mecanismos para su financiamiento.

El objetivo central consiste en asumir el conocimiento como el fundamento para nuestro desarrollo, al entender que es un imperativo político y moral para todos.

Ojalá esta recomendación merezca el acogimiento debido y permita superar la tradicional brecha entre el país formal y el país real. Concepto, según el cual, mientras en el primero se proclaman y trazan soluciones y rutas de transformación que se quedan en promesas, en la realidad se prosigue con el aplazamiento indefinido de los problemas que entorpecen el bienestar y agudizan las desigualdades.

El presidente Duque y la Vicepresidenta (coordinadora de la Misión) anotan que la falta de seguimiento fue uno de los puntos que fallaron en el primer intento, y que para el presente será monitoreado año a año el cumplimiento de las metas fijadas. Amanecerá y veremos.

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