Así amanece permanentemente el área metropolitana de Bucaramanga, cuando no son las fallas geológicas de la vía a Barrancabermeja son los derrumbes en la vía a San Alberto o Cúcuta o el río que se llevó la bancada de la vía a Bogotá o un accidente de los que no suelen faltar. Años hablando de lo mismo, miles de millones en anuncios, ya perdí la cuenta de cuántos gobiernos nos prometieron la vía a la provincia de García Rovira, cuantos proyectos alternativos a estos problemas conocimos como la vía a Cúcuta a través del Escorial o la conexión con el Magdalena medio vía Sabana de Torres por la vía del ferrocarril. Pero nunca se llevaron a cabo por intereses particulares o porque la prudencia ambiental no lo permitió.
La gran conclusión es que hemos sido engañados por nuestros políticos y los gobiernos de turno, los primeros incapaces de gestionar recursos con grandeza, sin planes de desarrollo coherentes entre un gobierno regional y el siguiente, sin preparar proyectos de alto impacto y con la mente en el populismo de las pequeñas obras, lejos de liderar trabajo en equipo. Y los gobernantes nacionales, todos sin excepción, saben que con poco nos damos por bien servidos, ya incluso la participación a nivel de ministerios, junta de Ecopetrol y demás empresas industriales del estado es mínima.
Hoy nos anuncian grandes sumas de dinero en proyectos, el alcalde de Bucaramanga habla de cien obras sacadas del cuarto mágico de sus asesores, por valor de diez billones de pesos, aprovechando la ley de los cuatrocientos años de la ciudad. El gobierno nacional financiará otra importante cifra para el resto del departamento, según dijo el presidente en su visita reciente, y la ilusión nos mantendrá entretenidos mientras pasa el periodo de gobierno, es que ya casi empezamos campaña otra vez.
Yo invito a que nos cuenten qué es lo que piensan hacer y cuándo, a priorizar en la conectividad para lograr la productividad, a desarrollar los proyectos que impacten el departamento y el área metropolitana, que permitan generar empleos permanentes riqueza y desarrollo.
Por favor, no más esperpentos como las ciclovías de Bucaramanga.