jueves 11 de marzo de 2021 - 12:00 AM

Alvaro Ordoñez

Las vías de Santander

nada sacamos con hacer vías si no logramos mantenerlas con los impuestos vehiculares, los peajes y el aporte del presupuesto nacional.
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Columna de
Alvaro Ordoñez

Lamentable por decir lo menos el estado de las vías en el departamento, informa la ministra la destinación de miles de millones, pero transitar de Bucaramanga a Bogota hoy es encontrar una vía muy parecida a la de hace 20 años, llena de baches, cráteres sin señalización, en fin camino de herradura hasta Tunja, eso sí, una muy buena cantidad de peajes obras de reparación del desbordamiento de las quebradas hace un año que pareciera que terminaran algún día como si se tratara de otro túnel de la línea y una pésima administración de la vía.

Mucho más lamentable es cuando salimos a las vías secundarias y terciarias, por ejemplo la que conduce desde la troncal del magdalena hasta Puerto Berrío, qué tristeza, es intransitable y al paso que va muy pronto los palmeros y las extractoras de la región no podrán sacar sus productos. La zona genera empleo y riqueza pero el gobierno departamental parece que no va por allá ni siquiera en época electoral.

Sin vías no hay desarrollo, no hay industria ni turismo solo deterioro económico, ni panela ni palma ni petróleo no ganadería, gobiernos haciendo parques a donde nadie puede llegar, concesiones enriqueciendo ricos y el pueblo viendo deteriorar su calidad de vida, es admirable ver a los campesinos en sus motos tratando de llegar a su sitio de trabajo o de llevar a sus hijos a la escuela.

A diario vemos cómo se volvió normal ver el anuncio en la prensa de múltiples accidentes con pérdida de vidas humanas, y valdría la pena preguntarnos en cuántos de esos una buena parte de la responsabilidad no es del estado de las vías.

La gobernación debería destinar una buena cantidad de sus esfuerzos en solucionar este lamentable estado que somete al departamento a perder competitividad y empobrece a los transportadores y campesinos, nada sacamos con hacer vías si no logramos mantenerlas con los impuestos vehiculares, los peajes y el aporte del presupuesto nacional. Santander es hoy un país distinto en vías a lo que se observa en otras regiones y eso es responsabilidad de los gobiernos departamentales que continúan destacándose por los dudosos procesos de contratación.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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