De acuerdo con los últimos informes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú, Pedro Castillo obtuvo la mayor cantidad de votos en la primera vuelta en la contienda electoral del pasado domingo, con lo cual arrancó en punta en su carrera presidencial hacia la Casa de Pizarro en Lima. Castillo, originario de la sierra norte peruana, es un comunista radical y admirador de Lenin, quien participó en las elecciones como candidato externo sin mayores pretensiones ni aparente favoritismo, hasta ahora.
Las propuestas comunistas de Castillo incluyen una nueva Constitución que consolide un Estado plurinacional, intervencionista y nacionalizador, apoyado en un modelo de ‘personas con mercados’, que controle todos los recursos estratégicos peruanos. Castillo aboga por la estatización masiva de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y energéticos del país, así como de los ferrocarriles, los puertos y los aeropuertos nacionales y regionales. Castillo propone la eliminación de los fondos privados de pensiones y su estatización, que considera son “una forma de esclavitud moderna”.
A nivel internacional, Castillo promete el retiro de Perú de todos los TLC, incluidos la Alianza del Pacifico y el Acuerdo de Asociación Transpacífico. No menciona la Comunidad Andina, pero sería previsible un fuerte giro hacia la izquierda, con el apoyo cómplice de Bolivia, que la pondría al borde del colapso final. Tampoco es impensable su retiro definitivo, como hizo Hugo Chávez desde Venezuela hace 15 años, país que Castillo considera ‘una democracia’. Castillo piensa que el socialismo no respalda la libertad de prensa, la cual solo podría existir, como decía Lenin, cuando se liberen los países del yugo explotador capitalista. Castillo presentaría una ley que amordace a los medios de comunicación y centralice la difusión de información en una agencia estatal.
La propuesta de comunismo radical de Castillo es la verdadera contrarreforma al fujimorismo de los años noventa, que desde entonces, ha regido los destinos del vecino país. “Para cambiar esta realidad tenemos que proponer ajustes económicos radicales”, dijo el líder de Perú Libre. Su plan de gobierno es, de hecho, comunismo leninista, puro y simple.