“Torre hecha comúnmente en lugar alto, para registrar desde ella el campo y el mar y dar aviso de lo que se descubre. Altura desde donde se descubre mucho espacio de tierra o mar. Estado o posición desde la que se aprecia una verdad. Hombre que atisba o procura inquirir y averiguar lo que sucede”. Me tocó acudir al Diccionario de la Real Academia Española para buscar la palabra atalaya. Mi amigo me había dejado algo confundido porque al inquirirle sobre el significado de “gobierno corporativo” y en particular el papel de las juntas directivas me respondió que éstas eran las atalayas y los mayordomos de las organizaciones. “Las juntas directivas son las “atalayas” de la estrategia y sirven como mayordomos ejerciendo el buen cuidado de las empresas”, me dijo ante el encabezado de una reciente entrevista de El Espectador al alcalde de Medellín (ante una nueva crisis directiva en EPM) en donde destaca su afirmación “es más importante la honestidad que el gobierno corporativo.” “Pues se deben alimentar mutuamente” me contestó mi amigo, enfatizando que una no puede vivir sin la otra.
Se le abona al Alcalde su aclaración en la misma entrevista. “Para que no me saquen de contexto acerca de que el gobierno corporativo no es lo más importante, a lo que me refería era a que es más importante la honestidad, la transparencia y que se defiendan los intereses de la empresa. Y eso va junto con el gobierno corporativo, no es que lo esté desconociendo.”
“Encontramos con mucha preocupación que, en medio del debate político intensificado en los últimos días, se haya perdido de vista lo verdaderamente importante: la sostenibilidad financiera, empresarial y operativa de EPM, y por consiguiente la estabilidad energética de Colombia”. Se nos dice en un comunicado de ex miembros de la junta directiva de EPM. Donde añaden que existe “incertidumbre frente al Grupo en el sistema financiero nacional e internacional, alta tensión entre los colaboradores y, en consecuencia, un desgaste importante en la confianza y reputación corporativa.” Confianza, es la palabra clave, cuando esta se pierde no hay atalaya ni mayordomía que resista, es aquí donde se pierde el rumbo y el propósito de la organización se vuelve letra muerta.