Son muchos más los aspectos ampliamente favorables que se desprenden de esta nueva realidad económica que en el último año han forjado básicamente nuestros empresarios, a quienes hay que felicitar sin egoísmos y animar sin temores, para que continúen por este camino.
“El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, hizo una apelación directa a los líderes mundiales reunidos en Indonesia con motivo de la 17.ª cumbre del Grupo de los 20 (G20) para que pidan un alto el fuego durante la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022” nos informa la página oficial de la FIFA. Añade Infantino en su declaración que “...el fútbol es una fuerza al servicio del bien. No somos ingenuos y no creemos que pueda resolver los problemas del mundo. Sabemos que nuestro principal centro de atención como organización deportiva es y debe ser el deporte, pero como el fútbol une al mundo, esta Copa Mundial en particular, que verán cinco mil millones de personas, puede ser el catalizador de un gesto positivo, para transmitir una señal o un mensaje de esperanza”. No conozco que haya sucedido algún gesto de los actores en conflicto apoyando al presidente de la FIFA, pero lo cierto es que en muchas partes del mundo se hará una tregua de los agites y afugias que nos aquejan para dejarnos llevar por los buenos momentos que siempre trae esta gesta deportiva.
Me cuesta trabajo memorizar conceptos, recordar nombres y con la edad se me ha complicado la memoria. Sin embargo, puedo acordarme de Pele, Gerson, Jairzinho, Rivelino jugadores del mundial de Méjico 1970. Si me dan pie puedo, sin mucho esfuerzo, acertar a la mayoría de los jugadores del equipo campeón del mundial de Argentina 1978 (un buen amigo se burla porque me sé hasta los segundos nombres, Ubaldo Matildo Filloi, Leopoldo Jacinto Luque, Mario Albero Kempes etc.). Le tengo fobia a las multitudes y sin embargo le hice alguna vez cola desde la madrugada para asistir una eliminatoria Colombia-Perú compartiendo con ilustres desconocidos abrazos sin recelo. Recuerdo el lugar donde estaba y la hora exacta del gol de Rincón a Alemania.
Creo que podemos recordar estos nombres porque la “tregua” que traen los mundiales permite orientar nuestras energías, hacia sentirnos orgullosos de un país sin denigrar a otros, o el recuerdo de haber estado en ese momento acompañado de seres queridos y que cuando cantamos un gol se acaban los perjuicios de raza y posición social. Así que bienvenida la tregua del mundial. Disfrutémosla.
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