Publicidad

Carlos Chaverra
Viernes 28 de febrero de 2020 - 12:00 PM

Yo, tu, nosotros

Compartir
Imprimir
Comentarios

“Arrancan 14 días de cuarentena en villa deportiva de Bogotá, avión que trajo a 35 personas desde Wuhan (China) aterrizó las 10:37 de la noche. Las principales autoridades sanitarias del país dieron un parte de tranquilidad sobre la llegada del avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), procedente de Madrid (su última escala), que anoche trajo al grupo de colombianos que residía en Wuhan, la ciudad china donde comenzó el brote de coronavirus” nos dice el titular del periódico El Tiempo de ayer. Y así, algo que parecía en primera instancia tan lejano a nosotros, nos llega a nuestra propia casa. Noticias parecidas también tocan la puerta de muchos países donde el coronavirus altera la vida de todos los estamentos de la sociedad.

Ciudades paralizadas y en cuarentena y efectos que trascienden fronteras. Barcelona suspende su feria de tecnología, Shanghái reprograma su gran premio de fórmula 1, el clásico italiano Inter-Juventus se juega a puerta cerrada por temor al contagio, las líneas áreas suspenden sus vuelos, los Juegos Olímpicos de Japón corren peligro, bajan los índices bursátiles en las principales bolsas del mundo. Se habla ya de los impactos que tendrá este flagelo en las cifras de crecimiento macroeconómico. En la medida que trascienden los efectos sorprende la magnitud de lo que denominamos globalización. Gracias a la tecnología, los procesos de producción de bienes y servicios están integradas por una compleja red de logística. Allí se tejen innumerables cadenas de interrelación en donde participan múltiples países y compañías. Palabras como autonomía y autosuficiencia cambian de definición.

Las crisis siempre traen oportunidades de reflexión y quizás esta nos anime a pensar que nos necesitamos los unos de los otras más de lo que pensamos. Que el mito del “yo” superhéroe e infalible está mandado a recoger y quizás podamos acercarnos al “tu” con un corazón enseñable y bajándonos del pedestal del que no comparta nuestra “verdad” es nuestro enemigo. ¿Que implicaría construir el lenguaje común del “nosotros”? ¿Quizás que podamos construir un equipo de rivales unidos por una causa noble? Revisemos nuestros propósitos como empresas y personas; seguramente descubriremos que cuando nos centramos en el “nosotros” la posibilidad de trascender se multiplica en gran manera.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad