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Cristina Plazas
Sábado 25 de septiembre de 2021 - 12:00 PM

La paz: un espejismo

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Esta semana se cumplieron cinco años de la firma del proceso de paz con las FARC. Desafortunadamente el país sigue polarizado y continúa la división entre el sí y el no. Nuestra nación le dio a este grupo guerrillero una oportunidad de oro para reintegrarse a la sociedad con unas gabelas que jamás hubiesen imaginado, aunque un poco más de la mitad de la población no haya estado de acuerdo, como lo demostró el plebiscito.

Los colombianos hemos tenido que tragarnos muchos sapos por el proceso de paz. No es fácil ver a los cabecillas de las FARC sentados en el Congreso, fungiendo como dueños de la moral, sin pagar un solo día de cárcel después de todo el daño que propinaron. Sin embargo, fueron muchos los ciudadanos que le apostaron al proceso con el único propósito de que se dejaran de contar cadáveres, secuestrados, víctimas de violencia sexual, abortos forzados, desplazados y niños reclutados, con la convicción de que si no cumplían sufrirían las consecuencias.

Cinco años después, vemos a los antiguos cabecillas sin haber cumplido sanción alguna desafiando al país con actos como el realizado por el partido de las FARC alabando y glorificando al terrorista Mono Jojoy. Declaraciones como las de Sandra Ramírez afirmando que este criminal era feminista es algo que los colombianos no podemos permitir; como tampoco narrativas como las supuestas comodidades en que vivían los miles de secuestrados torturados por esta guerrilla, así haya ofrecido excusas por estas últimas.

Esta no es la primera vez que Sandra Ramírez le pega una cachetada a los colombianos con declaraciones como estas. En varias ocasiones ha negado el reclutamiento de niños, el abuso sexual y los abortos forzados entre otros actos inhumanos y crueles que cometieron. Que esta senadora, que no está sentada en el Congreso por voluntad del pueblo, le diga al país que Jojoy cuidaba a las mujeres y reconocía su papel en la guerrilla es una burla, un insulto y una revictimización.

Rodrigo Granda también afirmó que este individuo odiaba la explotación de los seres humanos. ¡Qué cinismo! Las mujeres eran esclavas sexuales para ellos.

Manuela Marín se refirió al supuesto asesinato de este criminal. Que le quede claro a las FARC que el Mono Jojoy no fue asesinado, fue dado de baja por el Ejército colombiano por ser uno de los terroristas más sanguinarios de la historia.

¿Cuándo va a actuar la JEP? ¿El principio de verdad es solo un formalismo para cumplir con un procedimiento o es un compromiso con el pueblo? Todas estas declaraciones públicas pueden ser consultadas por la magistratura bajo el criterio de fuente abierta y exigimos que los magistrados las tomen en cuenta como prueba de la violación del régimen de condicionalidad.

Basta de tanto cinismo. Sin verdad, justicia y no repetición, la paz es un espejismo.

Adenda: Los Comunes hacen parte del Pacto Histórico que lidera Gustavo Petro. ¿Por qué no ha rechazado estas declaraciones?

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