sábado 18 de marzo de 2023 - 12:00 AM

La violencia de género no solo es asunto de mujeres

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Columna de
Diva Criado

A propósito del Día Internacional de la Mujer, traigo a colación la investigación realizada sobre legislación en materia de violencia machista. Los datos recopilados en varios países, dieron pie al libro “Las leyes de violencia de género en el mundo”, que está en edición y será publicado próximamente.

Sin entrar en detalles advertí, que hay avances alcanzados por países que consagran la igualdad de género en sus constituciones; también, que las mujeres siguen experimentando injusticias, violencia y desigualdades en todos los ámbitos -civiles, políticos, económicos, sociales y culturales-

Y aún, con progresos significativos en legislaciones pioneras con directrices internacionales que juzgan con perspectiva de género, la cultura juega papel preponderante en el desarrollo legislativo. Los avances normativos y académicos no son suficientes para responder adecuadamente a las expectativas. La plena igualdad exige que se convierta en verdadera ante los ojos de la ley.

En los países asiáticos o africanos, la justicia está fuera del alcance de millones de mujeres. La indiferencia social y el abandono del Estado, causa una justicia esquiva para ellas. Los estereotipos culturales promueven y mantienen la desigualdad, la discriminación y la violencia.

Llamó la atención, la clasificación de los delitos. Ej. Los delitos de honor, erradicados hace tiempo en muchos países, en los musulmanes están vigentes. La mujer es adultera, el hombre no.

En países occidentales o anglosajones, si bien, las leyes son un valor añadido, la violencia de género permea, coadyuvada por el manejo inapropiado de burócratas que convierten las leyes en papel mojado. Los jueces hablan a través de sus sentencias. Dejan ver, más que consideraciones jurídicas cuando juzgan no en Derecho, sino de acuerdo al fuero personal.

En el marco de la denuncia por violencia de género, la evidencia es categórica, muchas mujeres no denuncian los delitos debido al estigma social y a sistemas judiciales débiles. Incluso en juzgados especializados, una mujer o menor de edad, tiene una alta probabilidad de que, quienes la evalúen y escuchen, duden de la veracidad de su testimonio. La primera barrera que enfrentan las víctimas, es el cuestionamiento. Una doble victimización las condena.

Creo que, calificar la violencia de género como un asunto exclusivamente de mujeres, es parte del problema. No es una cuestión que afecte únicamente la vida privada de las mujeres.

Veámoslo así, cuando se violan principios fundamentales de derechos humanos, se trasladan al ámbito público. Es público, cuando la violencia afecta al núcleo de la sociedad, “la familia”. Trasciende al ámbito de la Ley, cuando denuncia, escalando a un problema de salud pública.

Así que, enfrentarlo, es plantear la necesidad de transformar las bases de los sistemas jurídicos, sociales y culturales diseñando estrategias que vayan desde el reconocimiento formal hasta la formulación de políticas públicas. Es condición sine qua non, para fortalecer programas de cooperación entre entidades locales, regionales e internacionales adoptar medidas de carácter práctico para que la justicia sea más accesible, oportuna y afín con los tiempos actuales.

Autor
Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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