Publicidad

Diva Criado
Viernes 24 de marzo de 2023 - 12:00 PM

Runrunes, CDMB

Compartir
Imprimir
Comentarios

El espectáculo en la elección de Junta Directiva de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), con manipulación de votos incluido, es a todas luces un acto de evidente corrupción.

No es un tema baladí. La sola manipulación en la elección de entidades dedicadas al cuidado del medio ambiente constantemente amenazadas por prácticas corruptas, se convierten en botín de políticos inescrupulosos que pierden el norte en el manejo de la cosa pública. Una pregunta está en el aire. ¿Qué pasa con los organismos de control?

Preocupa su silencio cómplice. Controlar la corrupción no es una opción. Creo que los controladores que “No controlan”, parece que vivieran en la España de Lerma, un período histórico, de ilegalidad extendida como una mancha de aceite por todo el país. Creían que aceptar la corrupción era cultural, un cáncer asumido por todos; o como en la Francia de Napoleón, que siguiendo la estela corrupta del monarca Luis XIV, expresaba a sus ministros: “Les está permitido robar un poco, siempre que administren con eficiencia”. En los tiempos actuales, un lujo difícil de digerir.

El asunto es que, la CDMB, es la máxima autoridad ambiental y administrativa de los recursos naturales renovables del Departamento. Es la garante de una adecuada explotación del desarrollo sostenible. Fundamentales, necesarios y vitales para el equilibrio ambiental y el bienestar social. Su defraudación afecta el medio de vida ciudadano y desprotege la biodiversidad.

De ahí que, si el descontrol, socava las existencias de bosques, peces, suelo fértil y se vierten emisiones excesivas de anhídrido carbónico y las actividades mineras ilegales contaminan las fuentes hídricas ¿Quién controla, con tanta politiquería metiendo las narices en sus recursos?

Las entidades de control, tendrán que establecer una investigación seria y transparente sobre los hechos ocurridos, carente de ambigüedades, amiguismos y compadrazgos políticos. Es urgente la independencia de los entes de control y del sistema judicial, para aplicar, corregir y hacer cumplir las leyes ambientales. Ellos tienen la responsabilidad y la capacidad de contribuir haciendo que las instituciones cumplan su función adecuadamente.

Investigaciones científicas recientes, dan cuenta de los países que agotan sus recursos naturales de forma alarmante, Colombia es uno de ellos. Según la Earth Overshoots Day, el país entró en una situación de sobregiro ecológico. Realmente atravesamos un momento crítico de emergencia medioambiental. Crisis que la CDMB debe asumir, poniendo frente a la Institución a gente capacitada en medio ambiente, que conciba sistemas transparentes, inclusivos y responsables, que inspiren confianza y asuman el reto de dar una adecuada protección de la naturaleza en beneficio de todos.

Si los políticos siguen jugando a la ruleta rusa con el medio ambiente, las consecuencias pueden ser nefastas. Los problemas de contaminación del aire, las torrenciales lluvias, la contaminación de los ríos con altos niveles de mercurio, arsénico, plomo y cianuro del agua que toman los bumangueses y en todo el departamento, no es un hecho que deba dejar indiferente a nadie, porque afecta a todos sin ninguna distinción.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad