El vuelo Londres-Barcelona, transcurría normalmente. Cuando faltaban veinte minutos para aterrizar, el capitán anunció que, comenzábamos el descenso y continúo diciendo: “Lamento informarles que, tras el aterrizaje, deben permanecer en sus asientos hasta que llegue la policía, porque tres pasajeros, hijos de su santa madre, se rehusaron a utilizar las mascarillas dentro del avión durante el viaje”.
La mayoría de pasajeros, solo nos percatamos del tema cuando el avión iba a iniciar el descenso gracias al anuncio del capitán. Al aterrizar, la incomodidad de permanecer en el avión casi una hora, hasta que los Mossos de Escuadra de Barcelona, se llevaron detenidos a los tres pasajeros que se negaron a utilizar mascarilla, causó mucho malestar en el resto de pasajeros por la tardanza para bajar del avión.
Varios periódicos se han hecho eco de sucesos similares. Hace unos días se supo de una mujer que se enfrentó al resto de pasajeros porque pretendía viajar sin mascarilla en un vuelo Italia-Frankfurt en RyanAir. El conflicto se desató en el momento en que el resto de pasajeros increpó a la mujer que se negaba a respetar las normas de seguridad del vuelo.
Al encontrarse acorralada, la protagonista comenzó a insultar al resto de pasajeros que le llamaron la atención. En los videos compartidos por los viajeros se puede ver a la mujer que pierde el control, da patadas, a las personas que estaban a su alrededor, les grita y escupe e incluso amenaza a los miembros de la tripulación.
Y es que el tema se esta volviendo recurrente. A veces creo que, la gente piensa que la policía no los puede detener y obligarlos a pagar multas, como pensaron los infractores del vuelo en que venía; también creo que es cuestión de educación, sobre todo de convivencia y de respeto al otro.
Arribando, otro mensaje se escucha en la megafonía del avión. Tengan a mano el salvoconducto obligatorio de control sanitario. El QR, que es un documento personal e intransferible, que indica que no estás contagiado.
El nuevo protocolo aprobado por la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y el Centro Europeo para la prevención de enfermedades (ECDC), máximos organismos que velan por la seguridad aérea, han emitido un documento conjunto que define la guía de medidas para garantizar la salud de viajeros aéreos y tripulación.
Entre otras, las normas reglamentarias exigen el uso obligatorio de las mascarillas faciales en todo el viaje, desde que el viajero entra al aeropuerto, durante todo el vuelo, y hasta que sale del aeropuerto de destino.
La experiencia de volar en tiempos de coronavirus se parece más a un acto Heroico que a otra cosa, de ahí, que solo debe realizarse por causas justificadas. La cantidad de requisitos que exige cada país y el temor a contagiarse, no dejan de ser un verdadero quebradero de cabeza.
