lunes 14 de agosto de 2023 - 12:00 AM

Donaldo Ortiz Latorre

¿Cómo salvamos el centro de la ciudad?

Al caminar el corazón de la ciudad, al verla tan pálida y tan abandonada, con sus edificios sucios, sus almacenes cerrados, con sus oficinas oscuras y tristes que la Pandemia aceleró, sin hablar de las consabidas basuras que la invaden, nos asaltan muchas preguntas para tanto candidato a la alcaldía de Bucaramanga. Florecieron.

¿Cómo piensan, si es que lo han pensado, recuperar el centro de la ciudad, allí donde nació está,todavía, bella urbe?

¿Qué planes tienen para hacerla habitable, no con edificios como cajones, sino con edificios estéticos, si los van a construir, una ciudad con parques no endurecidos, con viviendas ecológicas y bellas? ¿Dónde quedó la creatividad de nuestros arquitectos, como se ve en muchas ciudades del mundo, y no hacer edificios solamente como negocio?.

Esos candidatos deberían hacernos saber qué van a hacer con la Plaza de San Mateo y su laguna, qué propuesta tienen de renovación urbana, pero sobre todo que cumplan porque ninguno lo ha hecho, solo barniz. ¿Cómo van hacer vivible y agradable el corazón de nuestra ciudad? Todos han prometido, pero ninguno ha cumplido la salvación de la Plaza y la renovación del centro. Autoritarios a morir, se creen monarcas y no ciudadanos obligados a cumplir sus promesas y no a realizar negocios para llenar sus bolsillos.

Nos gustaría escuchar a a la Sociedad Santandereana de Arquitectos para conocer sus proyectos de ciudad y su recuperación. Así como han hecho los “Colores de la Libertad” en el Socorro, les pedimos nos ayuden con Pintuco a construir y a pintar nuestro centro, pero no solamente a pintarlo, sino a renovarlo creativamente. ¿Se podrá? Respondan candidatos solamente está pregunta legítima. ¿Cómo lo harán?

Lo que sabemos es que hay que ponerle corazón a la ciudad y al centro pálido que tenemos.

Queremos saber cómo lo salvamos, cómo llenamos de árboles frutales la ciudad para que los niños camino a la escuela o a la casa se coman los mamones o el zapote, o las naranjas y no tomen tanta gaseosa.

Humanicemos la ciudad, mejoremos su calidad de vida. No es fácil, pero debe ser un propósito ciudadano. Ojalá no llegue a gobernarnos una persona sin carácter ni formación, y de la mano de la politiquería.

Queremos escuchar también al ciudadano de los barrios a ver si logramos cambiar el desastre de ciudad que tenemos. Pongámosle corazón ciudadanos.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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