Hay oficios hermosos que siempre agradeceremos y elogiaremos, como por ejemplo por el oficio de cocinar, de transformar (como hace la alquimia) los alimentos y especies para en algo sublime y agradable. El oficio de hacer pan, “En agosto los niños comen pan moreno y rica luna”, dice García Lorca, el de hacer arepas con manos cariñosas, el oficio de mirar las estrellas para interpretar el mundo y su futuro, el oficio de hacer instrumentos musicales, el oficio de bailar, de jugar ajedrez, el oficio de curar el cuerpo humano, el oficio de servir de muchas comunidades religiosas.
Pero hay un oficio, el de vender libros en un carrito, que ejerce “Farolito” (así lo conocen en Zapatoca) que es digno de alabar. Libros que le donan, que él lee y que luego vende para subsistir. Libros que una viuda o un viudo le dan y que él recupera del olvido.
Hay infinitos oficios que hacen este mundo mejor, como el de construir cometas, el oficio del campesino que cura sus penas cultivando la tierra, el oficio del albañil. El de construir edificios para la gloria, el oficio de escuchar, el oficio de escribir poesía, el oficio de planchar mientras se piensa. El oficio de pintar, el gran oficio de enseñar, que nos libera y nos eleva el espíritu, el oficio de escultor. Pero este oficio de vender libros viejos y olvidados por las calles de Zapatoca convencido de que leer un libro atenúa la violencia sigue sobresaliendo entre todos.
El sabio “Farolito” lo sabe y persiste en su oficio de sembrar sensibilidad en este a ratos triste mundo. Gracias a seres como él y gracias a miles de artistas y filósofos, al campesino, a la señora que transforma el alimento, a las personas que nos sirven y nos ayudan. ¡Que vivan los oficios!
Nota: Una vez el padre rector del colegio San Pedro, el padre Eduardo Uribe, SJ., me llamó a ver un sacerdote al que le había dado culebrilla y estaba con la neuralgia que lo atormentaba. Me dijo cuando lo vi: “No me suicido porque soy cura”. El gobierno debería promover la vacunación contra este mal para evitar la enfermedad y la depresión que causa. Ancianos solos pasando su dolor. Vacunas para evitar lo que dijo el padre.