lunes 20 de noviembre de 2023 - 12:00 AM

Donaldo Ortiz Latorre

Solo nos falta honradez

Un alcalde que de manera sinuosa nos hizo creer que él era la alternativa para llevar a Bucaramanga a “buen puerto”, sin decir nada o decirlo de una manera que parecía real terminó, como dice mucha gente, en un “paquete chileno”. En una administración nefasta (también lo dicen), que está a 45 días para irse sin pena ni gloria, o con más pena por no haberle cumplido a los bumangueses que le dimos inmerecidamente la mayor votación de la historia. Destruyó hasta el colegio que lo educó ¿(será que lo maltrataron para ejercer esa venganza?), multiplicó los inmensos problemas de la ciudad: la seguridad. Solo en los barrios pobres se disfruta la noche, allá hay camaradería, alegría, los niños juegan, los abuelos comen helados, las mujeres conversando y riendo, mientras en el resto de la ciudad solo existe oscuridad y temor. Todo el mundo encerrado y todo oscuro. Para esa ciudad ni para la otra, gobernó. Entrega una movilidad imposible, pensando en negocios como repotenciar 100 semáforos que dicen regaló Claudia López,

listos para reciclar. Con ese “regalo” nos van a “modernizar” el tránsito vehicular de Bucaramanga con un contrato firmado de 1.800 millones con la empresa Yunex S.A.S (Vanguardia), compañía encargada de la renovación semafórica. Se preguntan los expertos: “¿cuánto costaría esta repotenciación, cuánto duraría y si habrán repuestos”? “Sigue la ciudad con una planeación a tumbos”. En julio de 2016 un artículo de Vanguardia se pregunta: “¿A qué vinieron los coreanos”? Sería bueno leerlo. Porque ese estudio de la semaforización no le costaba nada a ciudad. ¿Dónde estará ese estudio?

Este alcalde también nos trajo una persona de Neiva (¿qué vínculos los une?) y le entregó el poder de la ciudad. A esta señora: “Un juez de la República decidió cobijar con resolución de acusación por presunta corrupción”. Nos trajo también un señor caldense al que acaban de nombrar por otro año en el Acueducto. A ese señor no le duele la ciudad y vino a negocios y contratos como se está viendo.

Por espacio no se alcanzan a tocar otros temas, pero este alcalde, nos deja una ciudad patas arriba y le toca entonces, al nuevo alcalde, Jaime Andrés Beltrán, primero que todo, acabar la corrupción y que vuelva la honradez que huyó.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
Otras columnas
Publicidad
Publicidad
Publicidad