martes 20 de diciembre de 2022 - 12:00 AM

Bucaramanga, una historia larga

El próximo jueves, 22 de diciembre, se celebrarán los 400 años de Bucaramanga, querida ciudad donde residimos y hacemos vida en comunidad. Desconocedores de la historia de ella hablan de que celebramos un aniversario de su fundación, lo que es incorrecto pues su origen fue muy humilde.

Aquel 22 de diciembre de 1622 no se fundó como ciudad, acto que según las Leyes de la Corona Española exigía requisitos y solemnidades especiales pues se debía asentar un acta de nacimiento, se le trazaban plaza y calles, se repartían solares para asiento de mansiones para blancos españoles, solares de casas para criollos y mestizos, se señalaba tierra para ejidos, para construir iglesia y casa cural, la Corona le designaba alcalde, regidores, colector de rentas, escribano público y el fundador, solemnemente, desenvainaba la espada, proclamaba la fundación de la nueva ciudad, ordenaba enviar el acta al Consejo de Indias en Sevilla y el Rey le daba escudo de armas.

Eso no sucedió el 22 de diciembre de 1622 en el sitio de Bucaramanga (voz indigena chitarera, probablemente nombre de un jefe aborigen). Allí, en el Valle de los Caracoles, cerca a una cárcava o zanja por la que descendía una quebrada, había una ranchería levantada por indios destinados por sus encomenderos a buscar oro en las arenas auríferas de tal corriente de agua y en el Río del Oro; era una más de las dispersas rancherías de indígenas que había en el entorno, levantadas en los siglos XVI y XVII.

A allí, por orden del oidor de la Real Audiencia de Santa Fé, Juan de Villabona, el encomendero y capitan Andrés Páez de Sotomayor (nacido en Nueva Pamplona), ayudado por el cura doctrinero Miguel de Trujillo, trasladaron a los dispersos indígenas guanes, chitareros y yariguíes que había, ordenaron construir un caserío para organizar un pueblo de indios y catequizarlos. Así nació Bucaramanga.

Cien años después, era la Parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Laureano de Real de Minas. Mas tarde, organizada ya Colombia como Estado Nación indepediente, a raíz de la Constitución de 1821, fue municipio. En tal calidad lleva 200 de sus 400 años. Esa es nuestra Bucaramanga, hoy ciudad región, que aglutina cerca de un millón trescientos mil habitantes que viven en ella, en Girón, Floridablanca y Piedecuesta.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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