Todos somos más que uno

Talante es la forma de hacer algo o transmitir intenciones, es decir, es el estilo que usan las personas para manejar sus asuntos e indica cuál puede ser o será la forma como actuarán en el futuro.

La razón de tal fórmula es que el lobo disfrazado de oveja sigue siendo lobo y por lo tanto actuará como tal, lo cual traducido con sencillez nos indica que quien ha sido no dejará de serlo, cualquiera que sea el entorno en que se mueva.

Pues bien, el reciente incidente entre el Presidente y el Fiscal General de la Nación pone al descubierto cuál será en adelante, la tendencia del mandatario cual es la de querer imponer a los colombianos aquello que le venga en gana como lo hacen, siguiendo el libreto del Foro de Sao Paulo, los dictadorzuelos tan en boga en América Latina que manifestando ser unos auténticos demócratas, terminan comportándose como verdaderos sátrapas, so pretexto del desarrollo del socialismo del siglo XXI, ese mismo que arruinó a Venezuela, acabó con Nicaragua y tiene a Cuba en unos niveles de miseria escandalosos.

El presidente es el Jefe del Gobierno; eso no lo niega nadie, pero por ello no puede desconocer a las otras ramas del poder público que aunque colaboren en el proceso democrático deben actuar con total independencia; abrogarse impositivamente el derecho de dar órdenes de obligatorio cumplimiento a las otras ramas de la administración pública es simplemente convertirse o querer hacerlo, en un dictador así a la brava como lo hacen siempre esta clase de personas.

Es ilusorio que piense que por ser el jefe del Estado puede darle directrices al poder judicial o al legislativo decretándoles qué, cómo y cuándo deben hacer lo que él quiera.

Por fortuna en esta ocasión dio con un empleado público capaz de enfrentarlo como debe hacerse con esta clase de personajes lo cual despertó en las gentes las alarmas acerca de cómo será el talante con que el jefe del Estado actuará en el futuro y es una obligación de todos los colombianos estar pendientes de las actuaciones del poder ejecutivo para que luego no nos toque llorar como cobardes lo que no fuimos capaces de defender como valientes.

Todos somos más que uno, así ese sea el jefe del Estado.