Celebrar o no celebrar, esa no es la cuestión. No celebrar el Día de la Mujer se ha convertido en la exigencia de un amplio sector de activistas feministas -que por poco me convencen-, pero el asunto no es la ceremonia propiamente dicha, sino la desnaturalización de su intencionalidad con la inclusión de actos superfluos, propios de un festejo vacío y no del acto solemne que reclama la lucha de ellas que también es la nuestra.
No fue extraño encontrar en las entidades de la administración pública y en empresas privadas el carnaval de festejo con vallenato y vino, que dejó en un segundo plano la razón del acto solemne en el cual se debe un merecido reconocimiento a las mujeres que hoy ejercen y disfrutan sus derechos en condiciones de igualdad y, obviamente, se olvidó hacer el balance entre el “deber ser” que señalan las normas y el “ser” que encontramos en la realidad.
El problema de esta lucha de género es tenerla como tal y no como una gesta por la igualdad, enfocada en los opuestos de patriarcado y matriarcado que por antagónicos se excluyen y discriminan dejando de lado el machismo que niega a la mujer como sujeto de derechos y la margina por el hecho de ser mujer.
El machismo, que es la barrera por derrumbar, se expresa en diferentes ámbitos que debemos revisar y evaluar de manera personal como parte de la celebración del Día de la Mujer, ya que inconscientemente, por costumbre o por inercia social o cultural, quienes reconocemos a la mujer como igual, podemos seguir atrapados allí, discriminando sin darnos cuenta y de manera silenciosa.
Así las cosas, tomémonos el tiempo para celebrar revisando nuestro ámbito familiar, económico, sexual, histórico, legislativo y lingüístico, entre otros, para avanzar.
Nota bene: En el ámbito lingüístico mantengo mi resistencia al uso indebido del idioma que pretende otorgar una seudoigualdad lingüística y, por lo mismo, invito a todas y todos, (todas las personas y todos los lectores) para que me secunden.
Nota D-ene I: ¿Cómo parte del protocolo del COVID-19, podemos adelantar las vacaciones escolares o esperamos? ¿Y qué esperamos?
Nota D-ene II: La medida de pico y placa de pares en días pares e impares en los nones, muy mal pensada. ¡Se tiene que modificar!