Este viernes se conoció que un juez de Bogotá condenó a 39 años y ocho meses de prisión al exalcalde Samuel Moreno Rojas,...
Palabras inútiles
Buena cosa que el Presidente electo diga que gobernará para “todos” los colombianos, como afirma todo Presidente -hasta Ortega-, y otra que se pretenda el unanimismo y el pensamiento único, muy al estilo de los gobiernos autoritarios, como se preanuncia que será este, a juzgar por el gabinete designado. Evitemos confusiones y malos entendidos: uno espera de la democracia real que sea seria y rigurosa con sus valores universales, para lo cual se requiere un Gobierno y un Estado que no arrolle a sus ciudadanos y que mantenga su dignidad, por encima de intereses sectoriales, es decir, que haya respeto, fortaleza, legitimidad y legalidad. No homogeneidad y sí que menos hegemonía; tal vez mejor la mayor cantidad posible de consenso.
Estrenamos un estatuto de la oposición política, ojalá funcional en el ejercicio de la política partidista. Otra cosa es la oposición ciudadana y el derecho a la protesta establecida en nuestra Constitución Política de 1991, y que el nuevo Mindefensa dice que va a reglamentar. No estoy seguro si fue Baudelaire el que dijo que las constituciones pueden decir lo que quieran, que ya se encargará la selva oscura de los decretos y reglamentaciones de hacerlas trizas. Ya hay críticos a los que no les falta razón, que señalan lados flacos y puntos oscuros a ese estatuto. Por ejemplo, que no se sabe si va a hacer oposición o aspira al cogobierno; si la libertad de prensa y de pensamiento va a ser respetada, o va a entrar en un negro laberinto de prohibiciones y tutelas, sobre todo a los medios tradicionales, como radio, televisión y prensa. Todo puede pasar, si quedamos en manos de algo tan desprestigiado como el CNE.
A pesar de sí misma, ojalá la oposición partidista se ponga de acuerdo en puntos estratégicos, incluso con su oposición.
Post scriptum. A veces las cosas sí cambian. Cuba eliminará la palabra “comunismo” de su Constitución, y Francia la palabra “raza” e Israel que su Estado es “nacional judío”.