Algo es perenne cuando no cesa, cuando dura indefinidamente. Eso ocurre con la crisis de Metrolínea. Prueba de ello es que...
Palabras inútiles
El francés Jean Delameau en El miedo en Occidente, pasa revista a los miedos históricos hasta el siglo XVIII: el miedo al pasado, a las tinieblas, a lo desconocido, a las sediciones, a los pobres, a las mujeres, a los judíos, a los indígenas y a los negros, etc. El miedo como constante humana ha tenido siempre relación con el poder.
El poder pretende monopolizar los miedos como arma política, y monopoliza la sensación de seguridad, de protección. El miedo es arma terrible, pues siempre habrá miedos. Algunos miedos ya no asustan, por ejemplo el miedo al infierno o la condenación eterna. Ahora tenemos nuevos miedos: a los terroristas y antiterroristas, a las catástrofes naturales, al calentamiento global, y seguimos con miedos antiguos como el miedo a las enfermedades o pestes que pueden causar la muerte masiva, pero ya no creemos que tengan origen en la ira de un dios castigador y vengativo.
La canadiense Naomi Klein en La doctrina del shock; el auge del capitalismo del desastre, muestra el shock como un profundo miedo causado por catástrofes sociales o naturales El efecto es el mismo: volver a la gente obediente, no importa si se suspenden las prácticas democráticas si se trata de superar un trauma colectivo.
De Lenin a Milton Friedman, pasando por las grandes dictaduras de nuestro tiempo, se considera que sólo la catástrofe genera desarrollo. Pero el modelo neoliberal fue en sí mismo la catástrofe que se aprovechó o implantó muchas catástrofes tsunamis, guerras, terremotos, crisis monetarias o financieras- , para hacer del desastre un espectacular motivo de lucro.
Después del 11S y de la guerra antiterrorista tuvimos gripa aviar. Ahora tenemos AH1N1. Las epidemias y pandemias ya no caen del cielo. Las puede producir la codicia. Hasta podemos crear fármacos y luego ya vendrán las enfermedades. Estas pestes nuevas y el Tamiflu recuerdan a Donald Rumsfeld, el hombre de las guerras y las patentes.