Con la designación por tercera vez consecutiva de Xi Jimping, para comandar los destinos de la que ya se perfila como el nuevo poder dominante de la Tierra, se pone a la altura del mismísimo Mao Zedong. Y aunque parezca increíble acumula más poder que el Gran Timonel, además de la propia prosperidad de la Republica Popular China, pues una cosa es la China de 1949 y otra la actual, incluso de la era de Deng Xiaoping, el gran hereje, que pudo capotear todas las purgas y todas la intrigas, y reformó para siempre el llamado “Pensamiento Mao Zedong”; o era eso o tal vez el fin del sueño del Partido Comunista Chino. El resultado fue el fin de la dictadura del proletariado -que no ha existido jamás en ninguna parte- y sí la instalación de la más perfecta dictadura capitalista del llamado Comité Permanente de siete miembros, que incluye al todopoderoso Secretario General del Partido, que también funge como jefe de Estado y Presidente de la Comisión Militar Central, es decir, Xi Jimping. Y para que no queden dudas, purga y expulsa en plena sesión del XX Congreso del PCC al anciano exsecretario Hu Jintao, su antecesor.
Muchas cosas cambiarán en el orden mundial con la entronización del “Pensamiento Xi Jimping” en la mismísima Constitución, tal vez por encima del de Mao-, ya no se puede decir que sea una nueva versión del marxismo-leninismo-estalinismo. Es la era imparable del imperialismo Chino, bajo el paraguas de la Nueva Ruta de la Seda. No creo que nada de estos tenga que ver con izquierdas y derechas; es el supergato cazarratones, del que hablaba el camarada Deng.
Post scriptum. El novelista y columnista Ricardo Silva Romero propone crear una “Psiquiatría General de la Nación” para tratar a la clase política. En realidad toca llevar a todos los colombianos. Eco decía que el problema no era Berlusconi sino los italianos. Ahora resucitaron el fascismo en las últimas elecciones. Si que necesitan una psiquiatría general, como en Hungría y Polonia. ¿Y en América Latina?
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