martes 21 de marzo de 2023 - 12:00 AM

Palabras inútiles

Aparecen nuevos bancos en quiebra, que pueden constituir a mediano y largo plazo un verdadero colapso de la hegemonía económica montada desde el Consenso de Washington. Si bien no se trata de gigantes monstruosos como en el 2008, un banco como el SVB es —o era— estratégico en el campo de los emergentes en nuevas tecnologías. Pero también muestra la importancia esencial en la red de bancos regionales y locales, pues son los vasos capilares del sistema, y de ahí la inmediatez con la que el gobierno estadounidense ha actuado para parar la crisis. ¿Podrá hacerlo? El modelo neoliberal hace agua cada vez en ciclos más cortos, y grandes economistas prevén que, si no se hacen reformas sustanciales, graduales y de largo plazo, esas crisis son tan graves como el cambio climático o las nuevas pandemias por venir. Difícil paisaje, pues es esto en lo que no creen los dueños del mundo. Así, es de esperar que los cambios vendrán de otros focos o fuerzas sociales, y de la reivindicación del denigrado y defenestrado Estado por del neoliberalismo.

No se puede negar el impacto de los despidos masivos en las grandes tecnológicas, la turbulencia imparable y derrumbe de ese nuevo embeleco piramidal llamado criptomonedas, y la elevación constante de las tasas de interés por parte de los bancos centrales, que terminan a la larga por ser remedios peores que la enfermedad: los tipos de interés suben hasta que algo se rompe, dice el editorialista de “El País” hace pocos días. La situación es tan desesperada que muchos proponen unas raras mezclas de Keynes y Schumpeter, para hallar una varita mágica para superar el endemoniado entuerto. Marx no está invitado —o es invisibilizado—, pero se sabe que en secreto es estudiado, porque sus análisis y métodos para investigar las crisis cíclicas del modo de producción capitalistas son de enorme utilidad y vigencia. Las hegemonías económicas no se van a acabar, pero sin duda una más racional, justa y redistributiva debe construirse desde ya antes de que el nivel del mar, el calentamiento global, las pestes y las megatormentas acaben con el Homo sapiens. ¡No es un problema de ideologías, estúpido!

eruedas41@gmail.com

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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