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Felipe Zarruk
Domingo 07 de noviembre de 2021 - 12:00 PM

Sufro de alta pensión

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En el último mes me reuní dos veces con el ‘Profe’ Norberto Anaya Sánchez, gracias a la fiesta y al paseo que hicieron los muchachos quienes ganaron con la Selección Santander el título de campeón del fútbol juvenil en 1981 y cuyo cuerpo técnico estaba conformado por él y por Alberto ‘Coco’ Forero.

Norberto nació en Concepción (Santander) un 6 de junio de 1948, “un municipio lleno de puros ‘cachiporros’ Pipe, y gracias a Ciro Ríos y Eduardo Mestre quienes me consiguieron una beca para estudiar hasta cuarto bachillerato en el Instituto Caldas, me vine a vivir a Bucaramanga”.

Su padre, Ciro Anaya, se quedó sin dinero y Norberto se fue a terminar su bachillerato en el municipio de El Cerrito, allí se graduó como maestro normalista en 1969. En diciembre de ese mismo año firma contrato como profesor de la Escuela Camacho Carreño y allí inicia su periplo como docente de colegios y universidades en donde aprovecha la oportunidad que tenía para realizar especializaciones en Ciencias de la Educación en la UCC y Administración Deportiva en la Universidad de Pamplona.

En 1980, el médico David Motta Sepúlveda lo nombra como director técnico de la Selección Santander pero él no podía dedicarse de tiempo completo al tema y recomienda a su gran amigo Alberto ‘Coco’ Forero quien acababa de ser campeón inter colegiado con el Instituto Tecnológico Dámaso Zapata y ahí inicia una época dorada para el fútbol juvenil del departamento con estos dos docentes a la cabeza de un proyecto muy bien montado, junto a Carlos Arenas, Enrique Escobar, Israel Díaz, Edward Fernández, Cristian Arguello entre otros, los cuales pasaron a la historia como grandes directivos de la Liga Santandereana de Fútbol. A ‘Coco’ le pagaban 60.000 pesos y a Norberto 30.000. Después de salir campeones del balompié juvenil colombiano con un tremendo equipo, Norberto se convierte en entrenador de fútbol de la UNAB y allí lo conocí no solamente porque fue nuestro técnico, también por sus chistes, su manera paternal para tratarnos a todos los que éramos convocados a la selección universitaria para participar en los torneos de primera categoría el cual se ganó bajo su conducción y a los torneos nacionales universitarios en la hermosa década de los 80.

Fue técnico de Rionegro, el Atlético Bucaramanga en sus categorías menores, de Ofitécnicas y se cansó de ganar copas y torneos en categorías desde sub 10 hasta mayores. En 1978 se fue a vivir con la bogotana Marielita Robayo y de esa unión nacieron Norma, Diego y Daniela. Luego de retirarse de todas las actividades docentes y futbolísticas se dedicó al parapentismo, al motociclismo y ahora es ciclista de tiempo completo. “Además porque sufro de alta pensión, tengo tres pensiones y vivo tranquilo”.

Enviudó hace algunos años y se volvió a casar, esta vez con Edith Cárdenas quien también le alcahuetea todas sus locuras y lo acompaña a cuánto desorden invitan a Norberto, el cual bebe y anima las fiestas a su cargo. Vaya mi abrazo querido ‘Profe’, lo queremos mucho y esperamos que nunca se le suba la alta pensión. Chao y hasta la próxima.

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