A 219 kilómetros de Bucaramanga, en un sureño y hermoso municipio llamado Puente Nacional, conocido en la época de la conquista española como Puente Real de Vélez, nació en 1944, Edward Dukeiro Fernández, a quien todos hemos conocido durante más de 40 años como Edward Fernández Dukeiro. El hijo de don Luis Fernández y doña Inés Mosquera, no pasó muchos días en su pueblo natal, cuya bandera tiene los mismos colores de su amado Atlético Bucaramanga. Sus padres se vinieron a vivir a la capital del departamento y don Edward estudió en el Caldas, en San Pedro y se graduó del glorioso colegio Santander. Aterrizó en Bogotá, en donde hizo su ingreso a la facultad de Economía de la universidad Jorge Tadeo Lozano, junto a otro loco enamorado y ex directivo del Atlético como Eduardo ‘Chulo’ Gómez, junto al que iban al Campín cada vez que el onceno leopardo jugaba ante Millonarios y Santa Fe. Una vez regresa a la ciudad de las hormigas y las cigarras, trabaja en planeación departamental durante los mandatos de dos muy buenos gobernadores como Oscar Martínez Salazar y Alberto Montoya Puyana. Edward se embarca pronto en una aventura empresarial con Baby Dress, que a la fecha sigue siendo una de las fábricas de confecciones de ropa para niños más tradicionales y con la cual nos vistieron a todas la generaciones de la década del 70 hasta nuestros días. Su amor por el fútbol lo lleva a la liga de balompié del departamento junto a Carlos Arenas, David Mota, Cristian Argüello, Israel Díaz, entre otros, y logra dos cosas en su vida, que lo marcaron para siempre. Una, la de salir campeón con la selección Santander en 1981 y la otra, fue la de ponerle saco y corbata al técnico del equipo Alberto ‘Coco’ Forero, ya que Edward patrocinó de su bolsillo al estelar e inolvidable equipo blanquiazul. Narró con los ojos ‘encharcados’ que el mejor momento de su vida fue el día que junto a su hija Carolina celebraron el gol del ‘Fantasma’ Ballesteros en Armenia. Pasa sus días entre diseños, telas, viajes y la compañía de doña Elsa, como el mismo le dice a la novia de toda su vida. Disfrutan de su nieto Juan Martín y es un enfermizo oyente de programas deportivos para escuchar lo que dicen del equipo del cual fue directivo en varias épocas de su vida, sobre todo cuando llegaron las épocas duras del primer descenso. Un fuerte abrazo a Edward Fernández Dukeiro como le conocimos siempre y mucho “arrecho” haber vestido al ‘Coco’, ya que hizo lo que Ximena no pudo en toda su vida de casada con el gran Alberto Forero Silva. Chao y hasta la próxima.
