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Martes 29 de enero de 2019 - 12:00 PM

A propósito de marchas

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Cuando las cosas se usan en exceso, ellas cansan, se desacreditan o se agotan. ¿ Será que eso nos está pasando acá con las marchas ? Quizás por ello las que se propusieron en contra del atroz atentado del ELN no tuvieron la presencia que se esperaba, pues aunque el motivo era más que suficiente para haber convocado multitudinariamente a todo el país la respuesta no fue así; claro está que en Bogotá la presencia cualitativa fue muy representativa política, gubernamental y empresarialmente pero la ciudadanía fue escasa y ni qué decir en el resto del país.

Pensaba yo, ¿ dónde están los estudiantes tan presentes en las permanentes marchas que trastornan el orden público, paralizan la movilidad adueñándose de las vías y convocando a la ciudadanía como si sus banderas fueran hoy la única preocupación nacional ?. ¿ Les parecería poca cosa lo sucedido contra la institucionalidad, contra Colombia entera ?. Es imposible pensar que esos estudiantes estén de acuerdo con el ELN como en aquellas épocas de los años setenta cuando tanto y tantos sufrimos la injerencia de tal grupo guerrillero dentro de las aulas de la UIS. Porque valdría la pena recordar que esa guerrilla nació en nuestra Universidad, que no la dejaban funcionar y que no fue fácil sacarlos. Hoy la situación es más grave pues el ELN tiene otras motivaciones, están contaminados de narcotráfico y obviamente utilizan métodos mucho más violentos en su lucha, la cual no se ha suspendido nunca en algunos sitios de nuestra geografía, donde desde sus inicios secuestran, vuelan oleoductos, ponen bombas y mil atrocidades más.

Ojalá que el rechazo que produjo la reciente masacre juvenil no nos quede solamente como un mal recuerdo, sino que nos sirva de motivo de unión y solidaridad con las víctimas y no como causa de críticas destructivas por decisiones que se tenían que tomar si queremos que en este país se respeten nuestras Instituciones y la Constitución Nacional. ¿ O será que ni el dolor que nos causa el terrorismo nos puede unir en esta Colombia fracturada ?

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