El gobierno logró aprobar en primer debate en las comisiones económicas conjuntas su Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social. Tal como la presentó, sin modificaciones, sin discusiones, a pupitrazo limpio.
No se cuestiona que se propenda por una mejor distribución de la riqueza y que es el momento de que quienes tienen más hagan un esfuerzo adicional para contribuir a aliviar la pobreza que ha llegado a niveles insostenibles. Pero no es con impuestos antitécnicos y degollando a la gallina de los huevos de oro como se logra el objetivo.
Solo se reduce la pobreza creando riqueza en un clima propicio a la inversión y generando los mecanismos para una distribución más equitativa, pero la reforma propuesta es un freno a la inversión.
Al contraer el sector minero energético, escasearán aún más las divisas, lo que traerá más devaluación y con ella tendremos mayor inflación a través del componente de bienes importados que no producimos. Y para contener la inflación el Banco de la República seguirá subiendo las tasas de interés. ¡Será una debacle! Seguramente el gobierno evadirá su responsabilidad y buscará culpables para castigarlos. No será extraño que recurra a nacionalizaciones, controles de precios y otras medidas al estilo de Venezuela o Argentina. Probablemente hará carrera la teoría de que el decrecimiento es deseable, como lo promulga la ministra de Minas, y se invitará ingenuamente a las grandes potencias a que sigan el ejemplo.
En un entorno de crisis mundial como el que se vaticina y con los altísimos niveles de pobreza que tenemos, es cuando menos irresponsable ensayar recetas exóticas que solo traerán más desempleo y más hambre.
Los gremios sin excepción han expresado que el aparato productivo perderá competitividad y no por factores exógenos sino por voluntad del propio gobierno con el apoyo de sus mayorías en el Congreso. A su vez, respetados economistas y ex ministros de Hacienda advierten sobre el daño irreversible que se está causando a la economía. ¡Dolor de patria!
NOTA: Tras una excelente gestión deja la presidencia de la Fundación Participar el doctor Eduardo Durán. Damos la bienvenida al nuevo presidente Félix Jaimes Lasprilla y a la vicepresidente Cecilia Reyes de León.