Para nadie es ya desconocida la importancia capital que tiene para el medio ambiente y la salud de los habitantes del área...
Elecciones: más ataques que propuestas
Como colombianos debemos sentir vergüenza del bajo nivel de la Campaña Presidencial, donde las propuestas y planteamientos para un país post pandemia, pleno de problemas y que requiere cambios, se han desplazado a sólo diatribas entre candidatos por actuaciones del pasado y cuestionamientos que rayan en acusaciones penales. Si esto fuese cierto, el cuestionamiento sería para las entidades de control, que en las últimas décadas dejaron pasar todos estos hechos sin definiciones de fondo.
Si bien es cierto que los electores en la primera vuelta ya dieron un claro mandato de cambio, al derrotar las propuestas de continuidad de los partidos de centro y derecha, hay temas de consenso en los dos candidatos: las relaciones con Venezuela, ambos prometen normalizarlas el 7 de agosto. Lucha contra la corrupción, que se enquistó como la manera de hacer política. Respetar las sentencias de la Corte en el aborto y la eutanasia, que el Presidente Duque pretendía modificar y lo más complejo y difícil, el narcotráfico, que tendrá con cualquiera de los dos candidatos un viraje radical, que necesariamente deberá estar acompañado de acuerdos internacionales. Pero planteamientos trascendentales de desarrollo económico, de empleo, de seguridad, temas internacionales y otros, para ver las diferencias de los candidatos, realmente no las vemos claras. Los pocos debates fueron más “rines de boxeo” donde hubo fuerte intercambio de golpes, pero no de planteamientos.
Como santandereanos sabemos de la importancia de tener un Presidente de esta región para la realización de muchos sueños frustrados. No se trataba de buscar un hijo o nieto de santandereano o alguien que nacido acá, pero que nunca haya participado en nuestras luchas regionales, por lo contrario encontramos en Rodolfo un ingeniero que por más de cincuenta años ha estado atento a la región.
Pero “el respeto al derecho ajeno es la paz”, decía Benito Juárez hace 200 años y en PARTICIPAR no hay unanimidad por ningún candidato. Esa discrepancia de opiniones enriquece y es la razón de la democracia, apliquemos esta frase que lleva más de 400 años: “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo”, del suizo Claude-Adrien Helvétius. Debemos exigir respeto a la diversidad de opiniones.