Para cualquier ciudad o región del mundo, el sector productivo cumple una labor decisiva, pues determina de muchas maneras...
La desmembración de Santander
La propuesta del Presidente Gustavo Petro de la desmembración de Santander, Antioquia, Cesar, Bolívar y Boyacá, para crear el Departamento del Magdalena Medio, ha despertado inquietudes en la región. Sería un golpe tan grave como el que de dio hace más de un siglo, cuando derrotados en la Guerra de los Mil Días, se dividió en dos departamentos, Norte de Santander y Santander, hecho que redujo enormemente nuestro protagonismo nacional.
Un siglo después y desde Bogotá sale esta propuesta, en contravía de la política de integración nacional. Ser santandereano es más que una distribución geográfica, no podemos entender a nuestro Departamento, que desde siempre ha tenido al río Magdalena como su principal referencia y comunicación, desmembrado de esta manera. Los antecedentes que se dieron en el siglo pasado: del Magdalena en 1967, creado el Cesar; Caldas en 1966, creando a Quindío y Risaralda y Bolívar en 1966, creado a Sucre, fueron procesos regionales de ciudades que aspiraban a ser capitales de su región y que fueron posteriormente aprobadas por el Gobierno y el Congreso, no impuestas por el Gobierno Nacional a las regiones.
Santander requiere fortalecerse como región y no entendemos que nos quieran fraccionar. Si el interés es el rio Magdalena como eje nacional, ya Horacio Serpa en la Constituyente de 1991 logró esta norma, Artículo 331, que dice textualmente: “Créase la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena encargada de la recuperación de la navegación, de la actividad portuaria, la adecuación y la conservación de tierras, la generación y distribución de energía y el aprovechamiento y preservación del ambiente, los recursos ictiológicos y demás recursos naturales renovables. La ley determinará su organización y fuentes de financiación, y definirá en favor de los municipios ribereños un tratamiento especial en la asignación de regalías y en la participación que les corresponda en los ingresos corrientes de la Nación”.
El Gobierno debe entender que no es fraccionando cinco departamentos como se recupera el Magdalena, es comprometiendo a todo el país relacionándolo con el río, desde Neiva hasta Barranquilla y principalmente las tres grandes ciudades que lo contaminan y deterioran para, que se planifique su recuperación a través de la Corporación del Magdalena.